Enfermedades del melocotonero detectar, prevenir y tratar

Los árboles de durazno o melocotón pertenecen a la especie Prunus Persica, y su fruto es valorado por su dulce sabor, así como por sus propiedades nutricionales. Los melocotoneros no son un cultivo particularmente difícil de tener en el huerto, pero si los descuidamos, pueden volverse vulnerables a diversas enfermedades. Te contamos sobre algunas de las infecciones en duraznero, cómo detectarlas, prevenirlas y tratarlas.

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Hojas amarillas y deformadas en el melocotonero pueden ser síntoma de una enfermedad
  • Enfermedades producidas por hongos: podredumbre de corona o raíz, deformante taphrina o torque del duraznero, cladosporium carpophilum, gomosis, chancro perenne, oídio, lepra o abolladura del duraznero, roya, viruela o mal de la munición.
  • Infecciones virales: manchas anulares necróticas de los prunus, virus del enanismo del prunus.
  • Enfermedades bacterianas: mancha bacteriana, agalla de la corona, cancro bacteriano.

Enfermedades producidas por hongos en melocotonero

Algunas de las enfermedades fúngicas más comunes son: Roya, oídio, chancro, etc.
Esta gran variedad de hongos, afectan a tallos, raíces, hojas y frutos. En el caso del melocotonero, nos encontramos con enfermedades fúngicas propias de la familia Prunus (a la que también pertenecen la ciruela y el albaricoque), así como infecciones comunes. Te contamos más sobre el torque del durazno, cuáles son sus síntomas y cómo tratar a tus melocotoneros para evitar su aparición.

Deformante taphrina o torque del duraznero

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Un síntoma de la deformante taphrina es el enrollamiento de las hojas

Taphrina deformans es el nombre del hongo que produce esta enfermedad. Afecta a hojas, brotes, flores y frutos del melocotonero y puede causar pérdidas en la producción de hasta un 80%. Los principales síntomas del torque del duraznero son:

  • En las hojas nuevas, comienzan a aparecer áreas rojizas o amarillentas que se vuelven más gruesas, carnosas y se enrulan hacia el interior. Luego, adquieren un color violáceo a plateado, y puede observarse la serosidad (que brilla como cera) característica de la enfermedad.
  • Con el tiempo, las hojas se tornan marrones y caen.
  • Aparición de sustancia con aspecto de cera en brotes, que pueden ocasionar su muerte.
  • Aborto de flores.
  • Ampollamiento y quiebre de ramas jóvenes.
  • En el fruto, puedes observar manchas salientes y rosadas, aunque este síntoma es raro.

Para evitar la aparición de esta enfermedad es importante un riego adecuado (evitando los excesos de humedad), el empleo de variedades resistentes, y la aplicación preventiva de fungicidas. Puedes usar fungicida a base de leche de vaca, purín de cola de caballo o de ortiga, tanto a modo preventivo como para el tratamiento, una vez que aparecen los primeros síntomas.

Infecciones virales en melocotonero

Los virus ingresan a las plantas en momentos en que éstas se encuentran vulnerables, ya sea por condiciones ambientales adversas, heridas en ramas y hojas, o como efecto indirecto de la aparición de plagas. Te contamos sobre el virus del enanismo del prunus, una de las enfermedades virales que sufre el melocotonero.

Virus del enanismo del prunus en melocotonero

El virus del enanismo del prunus pertenece a la familia Bromoviridae, y afecta a toda la planta. El contagio se produce a través de la semilla, el polen, la inoculación mecánica o el injerto, pero no es transmitido por plagas vectores. Sus síntomas principales son:

  • Acortamiento de entrenudos.
  • Desarrollo lento y menor a la normal en la foliación.
  • En las hojas: enrollamiento, moteado clorótico, amarillamiento. Con el tiempo, las hojas se tornan necróticas, las manchas se desprenden de la hoja (aperdigonado).
  • Reducción de yemas florales.
  • En los frutos: disminución en la cantidad, deformación y manchas rojas.
  • El aspecto general del árbol es esquelético, por la pérdida foliar.
  • En ocasiones puede no presentar síntomas.
  • La única medida para evitar esta enfermedad es el uso de material vegetal (semillas, injertos, brotes) certificados. No existe tratamiento para esta virosis.
Texto: Romina Caro