Fertilización del tomate

La fertilización de la planta de tomate es una de las principales prácticas culturales para evitar enfermedades y plagas. Una fertilización eficiente proporcionará a tu planta los nutrientes necesarios en el momento en que el cultivo más lo necesita. A través de la fertilización se aplican los elementos faltantes y se mantiene un equilibrio adecuado entre los elementos del suelo y la planta. Aquí te contamos todo sobre la fertilización del tomate.

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La fertilización de esta planta es por lo menos una vez a la semana

¿Cuáles fertilizantes son aptos para el tomate?

Para fertilizar tomates hay diferentes opciones de fertilizantes, como: estiércol, fertilizante líquido orgánico, cáscara de plátano o de huevo o composta. Para prevenir enfermedades y plagas se recomiendo fertilizar el tomate con purín de ortiga o cola de caballo. Para proteger las raíces y guardar humedad se puede tapar la tierra con pasto cortado.

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Hay muchos productos caseros que sirven como fertilizante para tomates

¿Cuándo y cómo fertilizar el tomate?

La planta de tomate requiere una alta cantidad de macronutrientes como nitrógeno, potasio, calcio, fósforo, magnesio y azufre, micronutrientes como Hierro, Manganeso, Cobre, Boro y Zinc, además de un pH ligeramente ácido para absorber los nutrientes más fácilmente.

Fertilizantes preventivos

Puedes conseguir un fertilizante orgánico que contenga los ingredientes anteriormente mencionados o puedes crear uno casero combinando los siguientes ingredientes:

  • 2 tazas de composta.
  • 1 taza de cáscara de plátano seca y molida.
  • 3 o 4 cáscaras de huevo secas y molidas.
  • 1/2 taza de fertilizante de café usado.

La mezcla anterior se agrega por cada planta que cultivemos y se coloca directamente sobre el sustrato o se mezcla desde el inicio de la siembra junto con el sustrato para semilleros.
También podemos usar jabón potásico disuelto en agua y rociarlo sobre las hojas para evitar pulgones o una hacer una mezcla de purín de ortiga y cola de caballo para fortalecer la planta y eliminar cualquier tipo de hongo.

Datos curiosos

En cultivos comerciales se utiliza una ferti-irrigación carbónica, la cual consiste en agregar CO2 al agua. Esta práctica ayuda a acidificar el suelo, favorece la disolución de abonos y aumenta la calidad y número de frutos.

La fertilización preventiva se realiza una vez por semana, después de realizar la poda de la planta. Esta práctica puede aumentar a dos veces por semana después del primer trasplante ya que éste es el momento más sensible y determinante para el crecimiento óptimo de la planta de tomate.

Fertilización en plagas y enfermedades

En caso de observar la presencia de algún hongo o mancha causada por alguna enfermedad, o huevecillos de alguna plaga en tu cultivo, es necesario primeramente eliminar las partes afectadas podándolas con ayuda de unas tijeras y posteriormente fertilizar cada tercer día hasta erradicar la plaga y/o enfermedad.

Texto: Moni