Enfermedades foliares de la alfalfa
Una de las principales enfermedades que atacan a la alfalfa son las foliares. Estas son causadas frecuentemente por hongos y, aunque la planta no muere al principio, su energía se ve fuertemente reducida.
Las enfermedades foliares afectan la capacidad fotosintética y pueden prevalecer durante el otoño y la primavera. Algunas de estas enfermedades son:
- Mancha foliar y tallo negro (Cercospora medicaginis)
- Roya (Uromyces striatus)
- Mancha ocular (Leptosphaerulina briosiana)
¿Cómo identificar una enfermedad en alfalfa?
Las enfermedades foliares atacan a las hojas, el tallo, las raíces y la corona de la planta. Las infecciones de corona y raíces se manifiestan como manchas amarillentas o marrones. Mientras que en las hojas se pueden presentar manchas negras, marchitez y, en el tallo principal, una curvatura.
Si estas enfermedades no se atacan a tiempo, puede causar la muerte de la planta en su totalidad.
Prevención de las enfermedades en alfalfa
Para que su cultivo de alfalfa no se vea afectado por enfermedades foliares, es importante seguir las siguientes recomendaciones:
- Sembrar la alfalfa después de las plantas gramíneas (arroz, trigo, bambú, maíz, avena).
- Evitar sembrar la alfalfa después de otra leguminosa o girasoles.
- Asegúrate de que el suelo tenga buen drenaje, para evitar el exceso de humedad y la formación de hongos.
- El suelo no puede ser demasiado arcilloso.
Cuando se trata de las enfermedades foliares, no existen muchas pruebas con respecto a remedios que las puedan atacar eficazmente, ni siquiera los fungicidas químicos (práctica que no recomendamos). Es por esto que la mejor práctica es la prevención de estas enfermedades, con los consejos descritos anteriormente.