Alfalfa: forrajera perenne por excelencia

La alfalfa no es solo deliciosa para los humanos, ¡también lo es para los animales! Al ser plantada como planta forrajera, la alfalfa se convierte en un excelente alimento para animales, ya sea para un gran rebaño o un pequeño ganado.

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También a los animales les encanta la alfafa

¿Qué significa que una planta sea “forrajera”?

Cuando decimos “forrajera”, nos referimos a cualquier elemento de origen vegetal que sirva para alimentar a los animales. Estas plantas tienen un valor nutritivo muy alto para los animales, sobre todo el ganado bovino.

El forraje también se conoce como “heno” y puede estar verde o seco para alimentar a los animales. Las plantas más comunes para utilizarse como forraje son:

  • Gramíneas: también se conoce como pasto o grama y son ricas en almidón, azúcares y fibras.
  • Leguminosas: aquí entra la alfalfa. Aunque su producción es más exigente, este es el tipo de forraje por excelencia, gracias a su alto contenido proteico.

La alfalfa como planta forrajera

Actualmente, los sistemas de producción de forraje se desarrollan con base en plantas perennes compuestas principalmente de alfalfa. La alfalfa forrajera es la primera opción por dos importantes factores:

  • Cubrir la demanda de forraje para alimentar animales.
  • Sembrar alfalfa ayuda a la recuperación de la fertilidad del suelo. Al ser una leguminosa, la alfalfa ayuda a la fijación de nitrógeno atmosférico y al incremento de materia orgánica.

También es importante destacar que la alfalfa es una de las mejores especies para producir heno debido a sus excelentes propiedades de producción, calidad y facilidad de conservación en seco.

¿Cuánto forraje se obtiene?

El forraje se mide por fardos, los cuales tienen un peso de, aproximadamente, 18 kilos cada uno.

Cuando se trata de alfalfa, su producción es variable. En primavera y verano se producen hasta 150 fardos por hectárea, pero el resto del año se obtienen alrededor de 80 fardos por hectárea. Siendo así, en promedio, se producen hasta 920 fardos por hectárea al año.

Texto: Yulianna Ortiz