Alfalfa: leguminosa muy particular

La alfalfa, o Medicago sativa, es una planta leguminosa perenne y ascendente. Sus raíces son profundas y sus brotes se utilizan para hacer deliciosas recetas; pero lo que se desconoce de esta planta es su clasificación como leguminosa, lo que la hace beneficiosa en diferentes aspectos.

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La alfafa es una leguminosa y como tal aporta nitrógeno al suelo

Características de la alfalfa

La alfalfa es una planta leguminosa, por lo que pertenece a la familia de las fabáceas. Son plantas perennes, cuyos tallos pueden medir entre 30 y 60 centímetros de longitud. Sus flores son púrpuras o azules.

Al ser una planta leguminosa, los frutos de la alfalfa son legumbres o semillas que se encuentran dentro de una vaina retorcida en forma de espiral. Esta planta puede producir frutos varias veces al año, dependiendo de factores como zona de cultivo, edad de la planta y lluvias.

Partes de la alfalfa

Al ser una planta herbácea, la alfalfa no tiene tallos leñosos, por lo que es dócil y, hasta cierto punto, delicada. Esta planta es sumamente fácil de reconocer y está conformada por:

  • Raíz
  • Tallos
  • Hojas
  • Flores
  • Frutos

Los frutos son las semillas, que se encuentran dentro de una vaina (alrededor de  2 – 6 legumbres por vaina). A diferencia de otras leguminosas, estas vainas no se abren al llegar a la adultez.

Texto: Yulianna Ortiz