Enfermedades que pueden atacar tu planta de melón

El melón es una planta herbácea y rastrera; aunque su ambiente preferido sea el clima cálido y seco, no se salva de ser atacada por enfermedades producidas por hongos. Esta planta es muy vulnerable ante varias enfermedades causadas por hongos, debido a sus hojas frondosas, pero también se trata de enfermedades totalmente previsibles.

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Moho blanco en las hojas del melón es un síntoma del Oidio

Manchas blancas (Oidio)

Una de las principales enfermedades que puede atacar a la planta de melón es el Oidio, también conocido como mal blanco o moho blanco.

Este hongo provoca la aparición de manchas blancas en las hojas, que se va transformando en un polvillo grisáceo. Normalmente, se desarrolla en la parte superior de las hojas, pero también puede extenderse por el tallo y llegar a los frutos.

Este hongo afecta directamente la fotosíntesis y, si no se controla, puede llegar a secar las hojas y, posteriormente, la planta.

Cómo combatir el Oidio

La humedad es el principal ambiente perfecto para que este hongo se desarrolle, por lo que una buena poda y ventilación adecuada del terreno sería una excelente opción para prevenirlo.

Este hongo se combate retirando las partes afectadas de la planta. Existen dos remedios naturales que combaten muy bien este hongo:

Mildiu

Esta es una enfermedad menos frecuente que la anterior, pero suele presentarse en los cultivos de melón. Se trata de un hongo que produce manchas de aspecto grasiento en el borde de las hojas y/o frutos. Estas manchas, con el tiempo, se vuelven marrones y hace que la planta se marchite.

Para prevenirlo y/o combatirlo, puedes utilizar el mismo método que para el Oidio.

Antracnosis

Este hongo suele aparecer cuando la humedad relativa del ambiente es igual o mayor al 80%. Se transmite a través de la lluvia o el agua de riego y su presencia provoca lesiones amarillas en las hojas, llegando a secarlas.

Para prevenir este hongo, lo mejor sería:

  • Utilizar semillas certificadas.
  • La rotación de cultivos.
  • Retirar partes dañadas de la planta.
  • No regar las hojas y tallos de la planta, sino directamente en sus raíces.
Texto: Yulianna Ortiz