Cuidados del cultivo de tomate

Los productores agrícolas denominan “prácticas culturales” a la amplia variedad de técnicas o formas de manejo de cultivo que emplean en los huertos y que sirven para mejorar la calidad de los cultivos. A menor escala, cualquier persona puede llevar a cabo las prácticas culturales adecuadas siguiendo los cuidados que la planta requiera. Aquí te contamos sobre los cuidados del cultivo de tomate.

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Al tomate le gusta el riego abundante y el sol muchas horas al día

¿Qué necesita el cultivo de tomate?

Requisitos Edafoclimáticos

Sustrato Temperatura Luminosidad Riego
Ricos en materia orgánica Entre 20°- 28°C durante el día Al menos 8 horas de sol al día Diariamente
Buen drenaje Entre 10° – 17°C durante la noche    
Silíceo – Arcillosa      

Riego

La humedad constante del sustrato es de los principales factores que debemos cuidar con atención en nuestro cultivo de tomate. El suelo de este cultivo debe mantenerse húmedo pero no excederse, ya que el enlodamiento podría generar podredumbre en nuestro cultivo.
También es importante regar de tal forma que las hojas del tomate no se salpiquen ya que esto podría generar la aparición de hongos. Lo ideal es instalar un sistema de riego por goteo el cual mantendrá el sustrato hidratado y no salpicará.

Fertilización

La planta de tomate requiere una nutrición a base de nitrógeno, calcio y potasio. Puedes conseguir un fertilizante orgánico para sustrato a base de éstas sustancias o crear uno de forma casera mezclando los siguientes ingredientes:
Por cada planta de tomate añadir al huerto:

  • 2 tazas de composta.
  • 1 taza de cáscara de plátano seca y molida.
  • 3 o 4 cáscaras de huevo secas y molidas.
  • 1/2 taza de fertilizante de café usado.

Otros fertilizantes para el cultivo de tomate pueden incluir jabón potásico para evitar pulgones o una mezcla de ortiga y cola de caballo para prevenir enfermedades.

Podas

Datos curiosos

Aunque no lo creas, podar el tomate es tan importante como regarlo a diario. Es vital para el buen crecimiento del tomate que al menos una vez por semana podes las hojas que la planta ya no necesite y así evitar enfermedades y plagas.

  • Poda de maleza: Es quitar del sustrato cualquier brote ajeno a nuestro cultivo.
  • Poda cercana al suelo: Para evitar que las hojas se mojen y enfermen es necesario quitar todas las hojas que tengan contacto directo con el sustrato.
  • Poda de chupones: Se refiere a cortar los tallos aledaños al principal.

Si quieres conocer más sobre estas y otras técnicas de poda te invitamos a leer el artículo “Cómo y cuándo podar el tomate”.

Tutores de crecimiento

El último cuidado que consideramos de vital importancia es colocar guías de crecimiento para la planta de tomate, ya que ésta hortaliza no puede sostenerse por sí misma y necesita ser amarrada a varas de madera o bambú para continuar un crecimiento ascendente. El momento ideal para colocar los tutores es al momento del segundo trasplante del tomate.

Texto: Moni