¿Cómo es el cultivo de borraja?

La borraja es una hortaliza que se desarrolla de manera natural en lugares con climas cálidos, como, por ejemplo, Sudamérica, África del Norte o Europa Occidental. Es una planta anual que contiene diferentes componentes: taninos, saponinas, mucílagos, ácido salicílico y minerales, por ello aporta beneficios a nuestro organismo. De la borraja, además, se consume la flor. A lo largo de este texto, detallaremos todo sobre su cultivo y cómo hacerlo en nuestra huerta.

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La borraja es un cultivo muy fácil
  • Nombre científico: Borago officinalis
  • Familia: Boraginaceae
  • Origen: Eurosiberiana y Mediterránea
  • Clima: cálido
  • Dificultad del cultivo: fácil
  • Mejores vecinos: tomate y nabo

Cultivo de borraja en la huerta

La planta de borraja puede alcanzar una altura de hasta 1 metro, posee flores de color azul y están cubiertas al igual que el tallo por pequeños pelos en toda su superficie. Es una planta que se cultiva a partir de semillas, aguanta las bajas temperaturas, pero rebrotan cuando las mismas suben.

Siembra y germinación de borraja

Las semillas de borraja, germinan muy fácil (entre 7 y 14 días) y hay que colocarlas con una distancia de 30 cm. Se puede realizar este proceso durante cualquier época del año, pero aún mejor si es en primavera.

Una vez sembradas las semillas hay que cubrirlas con tierra porque necesitan estar en la oscuridad para poder germinar. La tierra debe estar bien húmeda hasta que las plántulas comiencen a aparecer.

Cosecha de borraja

Es recomendable llevar a cabo la cosecha de borraja cuando sus hojas están jóvenes y frescas. En el caso de que prefieras secarlas, deberás esperar hasta que la planta florezca. Durante este procedimiento hay que tener cuidado que no se solapan entre sí.

La recolección hay que hacerla con cuidado y cortarla con un cuchillo desde la base de la hoja.

Recomendaciones del cultivo de borraja

  • Clima: Las temperaturas óptimas para el crecimiento son de 16 a 22 °C. Es un cultivo que prefiere el sol, pero puede crecer con una media sombra.
  • Riego: tiene que ser regular, pero sin producir charcos de agua, ya que la planta puede morir. Durante el último período de cultivo, regar con más frecuencia.
  • Suelo: crece mejor en suelos arcillosos y limosos, pero se adapta a cualquier tipo de suelo. Agregar potasio (cáscara de banana) y nitrógeno (granos de café) a la tierra.
Texto: Romina Benito