¿Cómo cuidar rosas trepadoras?

Las rosas trepadoras están disponibles en muchas variedades, formas y colores diferentes y, según el tipo y la variedad, crecen hasta diez metros de altura y hasta cinco metros de ancho. Los rosales trepadores se usan principalmente para cubrir cercas, armellas, pérgolas o arcos de jardín. Sin embargo, se requieren de paciencia para garantizar un crecimiento exuberante y hermosas flores, porque las rosas trepadoras, como todas las rosas, necesitan un cuidado minucioso.

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El riego de esta rosa debe de ser a profundidad

¿Con qué frecuencia se deben regar las rosas trepadoras?

  • Las rosas trepadoras deben regarse mucho, especialmente en el período inmediatamente posterior a la siembra, porque la planta se beneficiará mucho de las fases secas durante este tiempo.

Una vez que son adultos, solo debes regar los rosales trepadores en los días de verano muy calurosos y secos.  Se riega a profundidad y desde abajo (nunca mojando las hojas) ya que el follaje es muy sensible a la humedad y, a menudo,  pueden aparecer hongos. También es mejor regar por la tarde o por la mañana, pero no con el calor del mediodía.

¿Cuándo y con qué se fertilizan las rosas trepadoras?

Las rosas trepadoras de crecimiento vigoroso con sus numerosas hojas tienen un requerimiento de nutrientes muy alto y, por lo tanto, deben fertilizarse regularmente (una o dos veces al mes). La fertilización no es necesaria en el año de la siembra (si ha enriquecido la tierra excavada con compost al momento de la siembra), pero debe hacerse al año siguiente desde el comienzo de la temporada de crecimiento.

  • Tanto los fertilizantes orgánicos como los sintéticos son adecuados para la fertilización, aunque la experiencia ha demostrado que se debe dar preferencia al estiércol, hummus de lombriz y similares. Con los fertilizantes minerales siempre existe el riesgo de una sobredosis y, por lo tanto, de debilitar las plantas, que a su vez se vuelven más susceptibles a la infestación de hongos y/o plagas.

¿Se pueden cultivar rosas trepadoras también en macetas?

Sí, también puedes cultivar rosas trepadoras en macetas, pero la jardinera debe ser lo más grande y profunda posible (al menos 40 centímetros de ancho y de profundidad) pues las rosas tienen raíces profundas.

¿Con qué frecuencia debe trasplantar rosas trepadoras en macetas?

Las rosas en maceta se trasplantan idealmente a una maceta más grande cada tres o cuatro años, siendo la primavera el momento ideal para esto.

 

¿Puedes podar rosas trepadoras? ¿cómo se hace?

Como todas las rosas, las rosas trepadoras también deben podarse para asegurar un crecimiento vigoroso y una hermosa floración. El tiempo de corte y la frecuencia dependen del tipo y variedad. Generalmente deben ser podados antes y después de la floración, (la última para quitar flores marchitas).

¿Qué plagas y enfermedades atacan a las rosas trepadoras?

  • Desafortunadamente, las rosas son particularmente susceptibles a varias enfermedades fúngicas, especialmente al mildiú, al moho gris (Botritis), a la mancha de la hoja de la rosa, a la roya de la rosa y a la mancha negra, especialmente si no se cuidan adecuadamente. Para prevenirlo se pueden usar fungicidas caseros como fertilizante.

La clorosis férrica también ocurre a menudo con una fertilización insuficiente o incorrecta. También hay varias plagas que se sienten particularmente cómodas en el exuberante follaje de la rosa trepadora. Para evitar esto hay que abonar adecuadamente y podar constantemente las hojas amarillas o dañadas.

¿Son resistentes las rosas trepadoras?

Básicamente, la mayoría de las rosas trepadoras son muy resistentes, pero debes seguir algunas reglas para pasar el invierno:

  • No podes las rosas antes o durante el invierno.
  • Las rosas en maceta pasan el invierno frescas pero sin heladas.
  • Cubre los especímenes plantados en el jardín con una cubierta de hojas secas sobre el sustrato para mantener la temperatura.

Datos curiosos

Las rosas trepadoras no pueden trepar de forma independiente. Necesitan una ayuda para trepar y sus brotes deben ser guiados amarrándose con lazos o alambre flexible a la armella, arco de jardín o cualquier otro guía de crecimiento.

Texto: Tomas Andrés