- Cuidado: Fácil de cuidar y para principiantes
- Hábitat: luminoso y cálido
- Temperatura: alrededor de 20 °C a 25 °C
- Riego: poco o moderado, evitar encharcamiento
- Aire:Evitar las corrientes de aire
- Enfermedades: Poco susceptible a enfermedades y plagas
- Trasplante: cada 3 ó 4 años
- Sustrato adecuado: tierra para macetas bien drenada y pobre en nutrientes, posiblemente mezclada con gránulos de arcilla o arena, tierra para cactus.
Comprar una pata de elefante
Cuando compres una pata de elefante, asegúrate de que la planta está sana. La reconocerás por sus hojas fuertes y verdes. Las deformidades y/o manchas algodonosas en las hojas indican una infestación de plagas, mientras que la decoloración marrón o amarillenta indica una enfermedad o errores de cuidado. Fíjate también en la ubicación, la pata de elefante debe recibir suficiente luz y no estar en un lugar con corrientes de aire.
La ubicación ideal
La pata de elefante necesita mucha luz y calor para crecer. Por lo tanto, dale un punto de luz junto a la ventana. El sol abrasador del mediodía puede provocar fácilmente quemaduras solares, por lo que la ventana que elijas debe recibir sol muy temprano en la mañana o pasado el mediodía. La planta tolera sin problemas temperaturas de hasta 30 °C, pero no tanto el frío.
Sustrato adecuado
Dado que a la pata de elefante no le gusta el encharcamiento, el sustrato debe estar suelto y bien drenado. La tierra ordinaria para macetas puede aflojarse un poco mezclándola con gránulos de arcilla y/o arena. El suelo de cactus también es adecuado para la pata de elefante.
Regar y abonar correctamente
La pata de elefante, bastante poco exigente, no necesita muchos nutrientes. Puede almacenarlos, así como el agua, en su grueso tronco. Puede sobrevivir a largos períodos de sequía sin problemas. No necesita mucho riego ni abono regular. Un poco de abono para cactus en primavera, y quizás una segunda dosis en verano, es todo lo que necesita.
Trasplantar la pata de elefante
Al cabo de unos tres o cuatro años debes trasplantar tu pie de elefante. Como muy tarde, cuando la base ancha del tallo llene toda la maceta o cuando las raíces empiecen a salir de la maceta, habrá llegado el momento de trasplantar. Sin embargo, como la pata de elefante crece con bastante lentitud, esto debería llevar un tiempo.
La pata de elefante en el jardín
Si vives en una zona fría la pata de elefante debe mantenerse como planta de interior. No tolera las temperaturas cercanas al punto de congelación. Sin embargo, en zonas de clima agradable y cálido, puedes poner la planta en el exterior, por ejemplo en el balcón o la terraza.
La pata de elefante se acostumbra al aire fresco y, sobre todo, al sol. Un lugar con media sombra y que la planta pase algunas horas en el jardín al principio facilitará que se acostumbre al nuevo entorno. Si las temperaturas nocturnas en el jardín son menores a 7°, devuelve la pata de elefante al interior.
Poda
Aunque la pata de elefante no necesita ser podada, sí puede serlo. Si la planta se hace demasiado grande, basta con acortar el tallo a la altura deseada y sellar el corte con un agente especial. Esto evitará posibles infecciones. Tu pata de elefante se recuperará muy pronto y volverá a brotar.
La pata de elefante en invierno
Como planta tropical, la pata de elefante no es resistente. Hay dos opciones para pasar el invierno. En primer lugar, puedes tenerla en el interior durante todo el año, y la segunda opción es moverla solamente en invierno a una zona más cálida.
Datos curiosos
No es necesario regar ni abonar durante este tiempo, solo observa que la temperatura no disminuya de 10 °C ya que la pata de elefante no tolera en absoluto las heladas.
Enfermedades y plagas
A veces, las hojas de un pie de elefante se vuelven amarillentas, lo que suele deberse a errores de cuidado o a la putrefacción de las raíces. También es posible que la pata de elefante sufra fuertes fluctuaciones de temperatura. En este caso, debería tomar medidas correctivas urgentes.
Los ácaros y/o las cochinillas suelen indicar que la planta está demasiado seca. Revisa tu pata de elefante con regularidad para ver si hay plagas, especialmente durante los meses de invierno. También aparecen ocasionalmente las cochinillas o las cochinillas de la harina. Sin embargo, esto no ocurre con demasiada frecuencia.
Datos curiosos
No cuides en exceso tu pata de elefante. Riega y abona con moderación, un sustrato pobre en nutrientes, pero mucha luz y calor permiten que la planta prospere mejor.