Hojas arrugadas en la tomatera ¿Qué hacer?

La planta solanum lycopersicum, mejor conocida como “tomatera o planta de tomate” es uno de los cultivos más conocidos a nivel mundial. Su mantenimiento resulta muy sencillo para los agricultores expertos, no obstante, en los huertos caseros es normal que de vez en cuando aparezcan hojas amarillas o arrugadas. Aquí te contamos qué hacer al respecto.

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Si el tomate se estresa arruga sus hojas

¿Por qué se arrugan las hojas de la tomatera?

Cuando las hojas de la tomatera se arrugan o enroscan generalmente es a causa de un estrés ambiental. Este puede ser causado por falta o exceso de riego, sequedad ambiental, podas muy profundas o estrés post-trasplante.

¿Cuáles son las causas más comunes de hojas arrugadas en la tomatera?

  • Falta o exceso de riego
  • Calor excesivo o sequía
  • Podas inadecuadas
  • Exceso de viento
  • Estrés post-trasplante
  • Enfermedades y plagas

¿Cómo saber si una planta de tomate tiene exceso de agua?

  • Si además de hojas arrugadas o amarillentas, la tomatera tiene aspecto decaído, las flores se caen, y no crecen nuevos brotes, lo más probable es que esté recibiendo más agua de la necesaria.

El riego del tomate es uno de los cuidados más importantes. Te recomendamos regar con la misma cantidad de agua diariamente, o colocar un sistema de goteo en tu tomatera para evitar que existan excesos o faltas de riego ya que la sequía también puede causar hojas arrugadas en la tomatera.

¿Cuánto sol necesita el tomate?

A pesar de que la tomatera necesita al menos 6 a 8 horas de sol, no le viene bien cuando el calor es excesivo ya que la sequedad ambiental puede provocar que sus hojas se arruguen o enrollen en búsqueda de retener la mayor cantidad de agua posible en su interior. Para prevenirlo te recomendamos colocar una malla sombra sobre tu tomatera para evitar los bochornos.

¿Qué hacer cuando las hojas de la tomatera se arrugan?

Verifica que los cuidados del tomate sean los adecuados:

  • Corrige la cantidad de riego y de humedad ambiental que tiene la planta para evitar la sequía o el encharcamiento del suelo.
  • Revisa que el sol intenso o los días calurosos no estén afectando y coloca una malla-sombra de ser necesario.
  • Poda la tomatera periódicamente cuando las hojas se vayan marchitando, así no se realizan podas intensas que afecten a la planta.
  • Si el viento es excesivo en el lugar de la tomatera, coloca una tela alrededor o cámbiala de espacio.
  • Después de trasplantar el tomate también cuida que los cambios ambientales no sean muy bruscos. Trata de adaptarla poco a poco al nuevo suelo o espacio para evitar estrés.

Si después de corregir estos cuidados la planta no tiene mejoras aparentes, elimina las hojas arrugadas, revisa el sustrato y el envés de las hojas. En ocasiones la falta de nutrientes puede provocar deficiencias y la aparición en enfermedades o plagas en la tomatera.

Texto: Moni