¿Cómo se cuida una gypsophila?
Necesita un suelo nutritivo y lo suficientemente poroso para no encharcarse. Utiliza un sustrato arenoso y plántala en un espacio soleado del jardín (si el clima es muy caluroso mejor en sombra parcial). Riega con abundancia pero sin encharcar.
¿Cómo cultivar la gypsophila muralis?
Si se planta mediante semillas, deben ponerse a germinar a mediados de primavera. Para ello sigue estos pasos:
- Rellena una bandeja semillera o macetas de tamaño mediano con un sustrato universal mezclado con arena gruesa.
- Coloca una semilla en cada agujero y recubre con una ligera capa de sustrato.
- Humedece uniformemente y tapa con un plástico o una bolsa para mantener la humedad.
- Sitúa en un espacio muy iluminado y vuelve a regar cada que el suelo esté por secarse.
¿Dónde plantar una gypsophila muralis?
Una vez que la plántula tenga un par de hojas verdaderas o mida al menos 10 centímetros, puede llevarse a su lugar definitivo en una jardinera de balcón o en el jardín. Escoge un espacio soleado o con semi-sombra en caso de veranos muy calurosos.
¿Cómo regar y abonar una gypsophila muralis?
Estas plantas necesitan riego abundante, utiliza agua de lluvia o potable y riega diariamente o cada que la planta esté por secarse (esto dependerá del clima). En época de crecimiento añade un abono orgánico líquido junto con el agua de riego y en otoño después de que termine la floración añade un poco de estiércol bien desintegrado al suelo.
¿Cuándo y cómo florece la gypsophila muralis?
Esta planta se utiliza mucho en paisajismo para llenar “espacios vacíos” en el jardín, ya que su crecimiento puede expandirse ampliamente, cubriendo el jardín de florecillas durante todo el verano y hasta mediados del otoño.
¿La gypsophila muralis se poda?
Las podas apicales favorecen la floración, mientras que se recomienda una poda anual después de la floración para prevenir la aparición de plagas y para darle forma a la gypsophila.