¿Cuáles enfermedades y problemas afectan al ficus lyrata?
Enfermedades fúngicas o bacterianas como el mildiú o el cancro bacteriano pueden atacar al ficus lyrata. Pero, comúnmente, la causa de hojas amarillas o marrones no son enfermedades sino errores en el cuidado como exceso o falta de riego.
¿Qué enferma al ficus lyrata?
- Generalmente, cuando aparecen pequeños síntomas en la planta no se trata realmente de una enfermedad. En ocasiones la planta sólo está haciendo un llamado de alerta para que tomemos acción y mejoremos los cuidados del ficus lyrata.
Aquí te damos un listado de las faltas de cuidado que dañan ésta higuera:
- El exceso o la falta de riego
- Las corrientes de aire frío o temperaturas menores a 15°C
- La falta de luz
- Los cambios constantes de lugar
- La falta de abono
- El exceso de sol
¿Cómo prevenir las enfermedades en mi ficus?
Riega y abona adecuadamente
Es importante que el suelo esté bien drenado. Para que las raíces no se ahoguen y dañen a la planta, procura que tanto la maceta como el sustrato permitan el paso del agua, ya que el exceso de riego (encharcamiento) provoca que las hojas se vuelvan amarillas, o en casos más graves que la raíz se pudra y toda la planta muera.
Datos curiosos
Si estás leyendo esto demasiado tarde y las hojas amarillas han comenzado a caer o la base del tronco luce podrida tendrás que actuar rápido y trasplantar inmediatamente a un sustrato seco y con buen dreaje.
Para prevenirlo procura regar solo cuando la parte superior del sustrato se sienta seca al insertar un dedo o un palo de madera. También abona con un fertilizante orgánico cada 3 o 4 semanas durante primavera y verano.
No muevas demasiado de lugar ni expongas al sol
Los cambios de temperatura y el exceso de sol también puede hacer caer o quemar las hojas del ficus lyrata. Cuando la trasplantes a una nueva maceta, procura dejarla en el mismo espacio o si la vas a cambiar de lugar, aclimátala poco a poco y no la sitúes en exposición directa al sol.
¿Cómo acabar con las enfermedades de mi ficus lyrata?
- Cuando aparecen enfermedades más graves, como bacterias y hongos, podremos notarlo porque aparecerán manchas negras, naranjas, mohosas o blanquecinas en las hojas. Para acabar con esto habrá que actuar muy rápido, podar las hojas dañadas y añadir un fungicida o bactericida especial.