- Nombre científico: Prunus armeniaca
- Familia: Rosaceae
- Origen: Asia Central
- Clima: Templado
- Dificultad de cultivo: Sencillo
- Buenos vecinos: melón, ajo, ciruela
- Malos vecinos: Cereza
El albaricoque
El albaricoque es un árbol que crece en zonas de clima templado. Necesita primaveras secas, veranos cálidos y unas 300-900 horas frío para dar frutas de buena calidad. No tolera heladas tardías ni vientos muy fuertes, ya que le provocan caída de flores.
Otros nombres que recibe el albaricoque son damasco, albergero o chabacano. Es similar al melocotón, pero más pequeño.
El cultivo del albaricoque
El albaricoque se reproduce por medio de injertos, ya que así se obtiene una planta igual a la madre. Si germinas semillas de albaricoque, no es seguro que dé buenos frutos, por eso lo usual es realizarle un injerto cuando la planta tiene más de dos años. También puedes hacer este procedimiento en una maceta.
La ubicación y sustrato ideal para el albaricoque
Ubica la maceta en un lugar soleado y resguardado del viento, si es necesario. Puede ser cerca de una pared o cortaviento. La maceta debe tener un sustrato abundante en materia orgánica para que el albaricoque pueda crecer y producir frutos. Puede ser compost o tierra enriquecida con humus o estiércol.
Además, es importante que tenga un buen drenaje, porque sus raíces son sensibles al encharcamiento. Puedes colocar piedras en el fondo y mezclar un poco de arena o fibra de coco con el sustrato.
Los cuidados del albaricoque en maceta
Riego
El albaricoque es una planta que necesita riegos regulares en primavera y en verano, que es cuando produce flores y frutos. Según el clima de tu zona, puede necesitar entre 2-3 riegos por semana, o incluso riegos diarios en verano. En cambio, en invierno solo necesitará un riego a la semana, solo si no llueve durante ese tiempo.
Abono
En cuanto al abono, una vez al año, a fines del invierno, necesitará un abonado con compost, humus o estiércol. Puedes reforzar el abonado cuando los frutos estén creciendo, para asegurarte de que tengan los nutrientes que necesitan. También puedes proporcionarle fertilizantes caseros como té de plátano, cáscara de huevo o borra de café.
Trasplante del albaricoque
Una vez al año cuando es joven y luego cada dos años, es bueno trasplantar el albaricoque a una maceta más grande. Debes hacerlo en invierno, cuando el árbol pierde las hojas y está en reposo, antes de que broten los botones de las flores.
Estos son los cuidados del albaricoque más importantes, para que puedas disfrutar de riquísimos albaricoques de tu propia huerta. Además, las hojas del albaricoque son medicinales, y podrás utilizarlas en infusiones y cataplasmas.