La temporada del albaricoque

La temporada del albaricoque es a finales de la primavera y durante el verano, cuando el pequeño tamaño de esta fruta nos invita a comerla como si fuera un dulce. Lo ideal es consumirla fresca, pero también hay formas de conservar esta fruta durante más tiempo.

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El albaricoque da frutos una vez al año después de la primavera
  • Nombre científico: Prunus armeniaca
  • Familia: Rosaceae
  • Origen: Asia Central
  • Clima: Templado

El albaricoque pertenece a la familia de las rosáceas, y es de tamaño mediano, de entre 3 y 6 metros de altura. El albaricoque y el durazno son muy similares, ya que ambos son del género Prunus. Como el durazno, la hoja del albaricoque es caduca, es decir, las pierde en invierno y vuelven a brotar en primavera.

Cuándo es la temporada del albaricoque

La temporada del albaricoque es en verano, pero desde fines de la primavera ya pueden encontrarse frutas en los mercados.
Se dice que el albaricoque es una fruta de temporada porque el árbol da frutos una vez al año y no se conservan frescos durante mucho tiempo. Es que se trata de una fruta que requiere un tratamiento delicado porque se magulla fácil y esto hace más difícil su conservación.

La cosecha del albaricoque o damasco

Los albaricoques pueden madurar fuera del árbol. Lo mejor es cosecharlos cuando están maduros, porque tendrán mejor sabor. Además, si se cosechan antes de tiempo no podrán madurar del todo. También es importante recolectarlos cuando están firmes, para que no se estropeen y puedan conservarse más tiempo.
Los albaricoques maduros tienen un sabor dulce, en cambio, si se cosechan antes, tendrán un sabor más ácido.

Cómo conservar más tiempo el albaricoque

Lo ideal es comer el albaricoque fresco, cuando tiene intactas sus propiedades y su sabor. En la nevera se conservan solo por 5 días, así que si deseas conservarlos más tiempo, puedes preparar una conserva de albaricoques, deshidratarlos o guardarlos en el freezer. Así podrás conservarlos entre 6 y 18 meses.

Cómo conservar albaricoque en el freezer

  1. Elige los que estén en buen estado y sumérgelos en agua con unas cucharadas de vinagre.
  2. Lávalos bajo el grifo.
  3. Corta los albaricoques en mitades y retira los huesos.
  4. Escalda las frutas: hierve los albaricoques por 2 minutos y luego pásalos por agua helada.
  5. Retira las cáscaras con los dedos.
  6. Coloca los albaricoques en envases de plástico con tapa y guárdalos en el freezer.

En el caso de que desees preparar un almíbar de albaricoque, puedes seguir la misma receta que compartimos en este artículo para los duraznos. La razón es que el durazno y el albaricoque son frutas bastante parecidas, con condiciones de cultivo similares, ya que pertenecen al mismo género de plantas.

Texto: Lorena Morales