Trasplantar un jazmín

El jazmín es una planta que llena de alegría cualquier espacio en el que se encuentre, es la razón por la que su uso principal es ornamental. Si prefieres cambiarlo de lugar, debes trasplantarlo. Aquí te contamos cómo hacerlo para que sigas disfrutando de él.

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Es un asunto delicado trasplantar un jazmín
  • Temporada para trasplante: Final de otoño
  • Lugar para trasplante: Interior y exterior

¿Cuándo trasplantar un jazmín?

La mejor época para trasplantar el jazmín es a finales de otoño, a menos que tu zona no presente temperaturas extremas en invierno y en verano; en este caso, y si la planta la tienes en el interior podrás trasplantar el jazmín en cualquier momento después de la floración.

Cuidados a tener en cuenta para trasplantar tu jardín.

El trasplante y la poda de cualquier planta siempre le genera algo de estrés. El jazmín sufre cuando cambias sus condiciones aunque luego se recupere con facilidad si las nuevas condiciones son mejores que las anteriores. Y eso será lo que ocurre con el trasplante que harás.

Trasplante del jazmín a otra maceta

Lo primero es escoger una maceta más grande que la anterior para permitirle más espacio al jazmín y liberar un poco sus raíces, a menos que quieras cambiarlo por otra razón (se rompió, no combina, no te gusta el material).

  1. Para sacar el jazmín, con la maceta acostada en el suelo, dale golpecitos suaves a los lados mientras la giras para aflojar el jazmín. Poco a poco se irá soltando y podrás sacarlo con tus manos.
  2. Llena el fondo de la nueva maceta con tierra húmeda.
  3. Pasa el jazmín a su nuevo hogar.
  4. Llena el resto de la maceta con la tierra y riega ligeramente.

Trasplante del jazmín al jardín

Dependiendo del lugar, deberás vigilar que no le causa impacto el viento, la luz y la humedad del exterior.
Abre un agujero más grande que el jazmín que quieres plantar y trasládalo teniendo el cuidado de sacarlo de la maceta como explicamos más arriba.
En caso de que el jazmín esté en el jardín, deberás abrir espacio a su alrededor con una pala y muy despacio cuidando no dañas las ramas ni las raíces.
Cuando creas que ya es suficiente para sacarlo, cógelo por sus ramas con una mano y con la otra haz un poco de presión abajo para empujarlo hacia arriba.

Texto: Maria Agudo