Dos maneras sencillas de limpiar el puerro
Lavar y cortar en rodajas
Por supuesto que esta técnica depende de para que vayas a utilizar el puerro, ya que primero se comienza por cortar la hortaliza en trozos y luego se lavará. Sigue estos pasos:
- Retirar las raíces y la parte verde de las hojas que no quieras utilizar. Esto lo puedes hacer con un cuchillo afilado.
- El corte correcto que deberás hacer es de arriba a abajo, de este modo tendrás dos partes alargadas.
- Corta cada una de las partes en rodajas finas
- Colocar todas las partes en un recipiente y cubrirlas con agua.
- Remueve bien el puerro para sacar la tierra y escurre con un colador.
- Listo, ya tendrás tu puerro perfectamente limpio
Lavar y cortar en tiras
Esta también es una opción, si quieres usar el puerro entero en alguna preparación. Para lavarlo bien, sigue estos pasos:
- Corta las raíces y también la parte verde de las hojas a unos 2 cm de la parte blanca.
- Haz un corte de arriba a abajo hasta la mitad de la hortaliza (que no se separe por completo).
- Realiza otro corte a la misma altura que el anterior
- Separar con mucho cuidado las hojas y colocarlas debajo del agua. Con las manos refriega bien el puerro para sacar la tierra pegada.
- Listo, ya puedes utilizar el puerro en la receta que quieras.
Cualquiera de estas dos opciones para lavar el puerro es viables. Además, un dato para que tengas en cuento, una vez que tengas el puerro lavado y cortado, lo puedes congelar y sacar para emplear en cualquier preparación. Una buena alternativa para consumirlo más seguido.