¿Cómo es el ficus Benjamina?
El árbol benjamín es una planta muy resistente de hojas gruesas. La flexibilidad de sus tallos durante el crecimiento lo convierten en uno de los favoritos de expertos en jardinería ya que puede tomar forma de árbol, arbusto trenzado e incluso mantenerse diminuto como un bonsái de ficus.
¿Qué cuidados necesita el ficus benjamina?
- Temperatura ideal: 18° a 24°C
- Luz: Sol directo o gran luminosidad en interior
- Suelo: Bien drenado. Turboso
- Riego: Cada que el sustrato se seque. Sin encharcar.
- Humedad Ambiental: Alta. Pulverizar hojas si es necesario.
- Abono: Líquido. Cada 15 días durante el verano.
- Trasplante: Cada 3 o 4 años o cuando se encharque demasiado el sustrato.
¿Cómo se cuida un ficus benjamina en exterior?
Este árbol ama el sol, sin embargo los rayos intensos del mediodía pueden quemar sus hojas. Procura colocar tu ficus benjamina en un espacio que cuente con algo de sombra (al menos durante las horas más calurosas y soleadas).
- Además, para colocar un ficus benjamina en exterior permanentemente, se requieren temperaturas adecuadas. Este árbol necesita climas sub-tropicales e inviernos suaves que no dañen su follaje.
Cómo se cuida el ficus benjamina en maceta de interior?
Si en tu hogar el clima tiende a ser menor de 5°C durante el invierno te recomendamos colocarle en interior. Para ello consigue una maceta de buen tamaño y drenaje para el ficus. Agrégale trozos de arcilla al fondo y luego llénala con una mezcla ligera con turba o tierra para macetas y un puñado de perlita.
¿Cómo plantar el ficus benjamina en maceta?
No es necesaria una maceta demasiado grande, las raíces del ficus benjamina no se expanden demasiado. Para plantarlo sigue estos pasos:
- Puedes obtener las semillas, plántulas o arbustos pequeños de ficus benjamina en un comercio especializado en plantas.
- La forma más sencilla es trasplantarlo directamente de una plántula o arbusto pequeño. Solo necesitas aflojar la tierra y cambiarlo de lugar.
- El mejor momento para el trasplante del ficus benjamina es en primavera. Aunque puedes realizarlo en cualquier momento de la época calurosa.
- Una vez que hayas aflojado la tierra puedes retirar con cuidado la materia orgánica de las raíces.
- Llena la nueva maceta con guijarros o trozos de arcilla y la mezcla turbosa.
- Coloca con cuidado las raíces a 4 o 5 centímetros de profundidad, extendiéndolas separadas por el sustrato.
- Cubre con la misma mezcla de suelo y presiona ligeramente.
- Si es necesario puedes añadir un bambú o palo delgado como tutor de crecimiento.
- Sitúa la nueva maceta en un lugar muy iluminado y preferentemente soleado (cerca de una ventana).
Datos curiosos
El ficus benjamina suele ser muy resistente a diversos factores, más la adaptación constante a cambios de lugar no es uno de ellos. Procura escoger bien el espacio de tu ficus desde el inicio y no cambiarlo de lugar para evitar que se estrese y termine desechando sus brillantes hojas.
¿Cada cuánto se riega un ficus benjamina?
Dependiendo el clima del lugar en donde vivas, y de si lo haz colocado en interior o exterior, el ficus benjamina requerirá ser regado con mayor o menor frecuencia. Para descubrir cada cuánto regarlo sigue estos consejos:
- Riégalo a profundidad, evitando que el sustrato se encharque. Vierte el exceso de agua del platillo base una vez que hayan pasado 5 a 10 minutos.
- Utiliza agua poco calcárea para evitar que sus hojas se vuelvan amarillas.
- Permite que el sustrato se seque casi por completo antes de volver a regar. Puedes cerciorarte de esto sumergiendo un dedo o un palo de madera en el sustrato.
- Tampoco dejes el ficus benjamina completamente seco durante varios días o te lo informará tirando sus hojas al piso.
Datos curiosos
Al ser planta tropical, el ficus benjamina está acostumbrado a una cantidad alta de humedad ambiental. Si el lugar en donde vives tiende a ser caluroso pero muy seco, pulveriza las hojas constantemente (2 o 3 veces por semana) con ayuda de un aspersor manual para mantener una humedad artificial.
Tampoco intentes darle a tu ficus el calor que requiere acercándolo a calefactores eléctricos. Ésta práctica, lejos de ayudar a las plantas, las daña y las vuelve vulnerables al ataque de algunas plagas como las arañuelas y los ácaros.
¿Cómo se abona el ficus benjamina?
Durante la ventana de crecimiento (primavera y verano) añade un abono líquido junto con el agua de riego dos o tres veces al mes. Puedes obtener uno en el comercio especializado o elaborar un abono propio con hojas de ortiga y cola de caballo.
¿Cómo y cuándo se poda un ficus benjamina?
La poda del ficus no es siempre necesaria. Esta planta crece bastante rápido y no requiere podarse si se encuentra en exterior (jardín). En el caso de benjamines en maceta, puedes podarlo con tijeras especiales de jardinería bien desinfectadas (con alcohol) para darle forma y mantenerlo de un tamaño específico. Incluso puedes mantenerlo pequeño como bonsái.
- Ten en cuenta que la poda en primavera genera que el ficus brote nuevas hojas y crezca de una forma más tupida. La poda de un ficus benjamina que se ha secado también será necesaria. Realiza esta poda en un lugar soleado y humedece bien el sustrato para favorecer la regeneración del árbol.
¿Cómo reproducir un ficus benjamina?
La forma más sencilla de propagación de esta planta es mediante esquejes. Éstos se elaboran preferentemente en primavera y pueden colocarse directo en sustrato e incluso en agua (hasta que broten las raíces) y luego pasarse a suelo firme.
- Recuerda utilizar guantes de jardinería tanto en la poda como en la elaboración de esquejes para prevenir cortaduras e irritación al contacto con la savia.
Enfermedades y plagas del ficus benjamina
Ya que la savia del ficus benjamina es Venenosa, no suele ser muy atacada por plagas chupadoras. Tampoco es común ver enfermedades bacterianas o fúngicas en el ficus benjamina. En la mayoría de los casos, los problemas del ficus (como la caída o amarillamiento de las hojas) se deben a un riego incorrecto de la planta.
Curiosidades del ficus benjamina
Además de ser una planta muy resistente, el ficus es una de las plantas reconocidas por la NASA como purificador natural del aire. Esta planta contiene sustancias que ayudan a eliminar el formaldehido (una sustancia tóxica contenida en limpiadores del hogar) del ambiente.
Datos curiosos
Como ya lo mencionamos, la savia del ficus puede ser venenosa. Procura mantener a tus mascotas y niños alejados del ficus benjamina para prevenir que su consumo les genere problemas estomacales.
El ficus benjamina es uno de los árboles más utilizados como decoración del hogar en España, Italia y algunas zonas de América Latina. Su fama se debe a los sencillos cuidados que requiere, a su rápido crecimiento y a la belleza de sus hojas que pueden ser verdes brillantes o variegadas.
Ficus benjamina Variegata
Las variedades “Variegata” o “variegadas” refieren a un tipo de planta que tiene hojas con más de un color. Generalmente contienen franjas de un color más claro que su verdor natural. En el caso del ficus benjamina, la variedad con ésta característica es más conocido como ficus Golden King. Sigue el enlace para conocer sus cuidados.
Preguntas frecuentes
¿Dónde colocar un ficus benjamina?
El ficus benjamina requiere varias horas de sol. Sitúalo en la terraza, jardín o balcón en una zona donde pueda obtener algo de sombra al mediodía. Si vives en un lugar de inviernos duros, coloca el ficus benjamina en interior cerca de una ventana que reciba sol directo.
¿Cómo se riega el ficus benjamina?
Generalmente una o dos veces por semana, dependiendo el clima. Se riega a profundidad pero sin dejar que el agua se estanque. Tampoco dejes que el sustrato se seque durante varios días. Tanto el exceso como la falta de agua provocan que el ficus benjamina desprenda sus hojas.
¿Por qué se caen las hojas del ficus?
El ficus benjamina tiende a tirar sus hojas como señal de un mal riego. El exceso de agua provoca hojas amarillas y la sequía hojas marchitas que tarde o temprano caerán al suelo.
¿Cómo saber si a mí ficus le falta agua?
Si las hojas de tu ficus benjamina comienzan a decaer, marchitarse o desprenderse del árbol, es una señal de falta de agua. Es importante que el sustrato del ficus se mantenga húmedo con el riego adecuado sin permitir que se encharque. Añade sólo la cantidad necesaria de agua o vierte el exceso.