Razón 1: Ubicación inadecuada
Una de las razones posibles si el espatifilo no florece – y probablemente la más común – es la ubicación. Aunque el espatifilo se describe como tolerante a la sombra y también prospera en lugares oscuros, no suele florecer en ellos. Para florecer, la planta necesita suficiente luz, pero nunca debe exponerse al sol abrasador; al fin y al cabo, es una planta de la selva que crece a la ligera sombra de los árboles de la selva en su país de origen. Si sospechas que tu espatifilo no florece porque le falta luz, colócalo en un lugar más luminoso; incluso unos pocos centímetros pueden hacer maravillas. La falta de luz también puede resultar en flores verdes.
Razón 2: Fertilización insuficiente o errónea
Una fertilización inadecuada o insuficiente también puede hacer que el espatifilo o lirio de la paz no florezca. Como planta típica de la selva tropical, el Spathiphyllum tiene unas necesidades de nutrientes elevadas, aunque no hay que exagerar con el nitrógeno en particular. El nitrógeno favorece el crecimiento de las hojas, pero inhibe el desarrollo de la flor. Como resultado, el espatifilo no florece, mientras que el follaje crece exuberante y verde. Por ello, es mejor abonar el espatifilo con un abono para plantas de flor y evitar los abonos universales o para plantas de maceta. También, un poco de polvo de café de vez en cuando es excelente fertilizante para el espatifilo.
Razón 3: Riego incorrecto
Otro error que el espatifilo castiga con no florecer es el riego con agua fría del grifo. En la selva tropical no hay agua fría ni calcárea. Por ello, riega tu espatifilo siempre con agua tibia libre de cal.
Datos curiosos
Este comportamiento de cuidado también estimula la floración abundante: Riega el Spathiphyllum sólo con extrema moderación durante unas semanas en invierno y prescinde del abono. A continuación, riega la planta a fondo y abónala mucho: al cabo de poco tiempo se formarán muchas flores nuevas.