¿Cuáles son los problemas más comunes en la dieffenbachia?
Si hay alguna deficiencia en el riego, la humedad o la cantidad de luminosidad que reciba la diefembaquia, es posible que aparezcan hojas amarillas, hojas arrugadas o decaídas. La buena noticia es que estos problemas son generalmente fáciles de resolver.
¿Qué le pasa a mi dieffenbachia?
En su hábitat natural la diefembaquia se desarrolla plenamente gracias al clima cálido y húmedo del lugar. Además en estas zonas tropicales no existen las heladas invernales que puedan dañar a la planta. Por otro lado, fuera de su lugar de origen, la dieffenbachia puede estresarse debido al clima (temperatura, viento, humedad) y deformar sus hojas para tratar de autoregularse.
- Hojas caídas: Las hojas caídas en la dieffenbachia generalmente son signo de falta de luminosidad o de una temperatura muy fría. Asegúrate de tenerla en un espacio cálido de interior.
- Hojas arrugadas: Las hojas arrugadas en la dieffenbachia son señal de falta de humedad en el ambiente. Para tratarlas es necesario pulverizar las hojas con agua de lluvia o potable cada tercer día durante la época calurosa (primavera y verano).
- Hojas amarillas: Las hojas amarillas en la dieffenbachia por otro lado, son generalmente respuesta a una falla en el riego. Ya sea riego excesivo o falta del mismo. Para tratarlas corrige la cantidad de agua.
¿Cuántas veces se riega la dieffenbachia?
El riego adecuado de la dieffenbachia es el cuidado más importante. Hay que ir adecuándonos a la cantidad de riego que necesita dependiendo el clima. Generalmente en invierno no necesitan demasiada agua, mientras que en veranos muy calurosos pueden necesitar riego casi diario. Para identificarlo sumerge un palo de madera en el sustrato y riega cada que éste salga casi seco por completo.
Si quieres conocer más sobre los cuidados de la dieffembachia te invitamos a seguir este enlace.