¿Cómo se cuida la espina de cristo?
Esta planta necesita poco riego y grandes cantidades de sol. Puede cultivarse en jardín o en macetas de exterior siempre que el invierno no sea extremadamente helado. Es una planta bastante resistente a la sequía pero no al encharcamiento.
¿Dónde colocar la planta corona de cristo?
- La planta corona de Cristo debe ser colocada en una ubicación soleada, preferiblemente expuesta al pleno sol. Es importante evitar temperaturas por debajo de los 5 ºC, ya que la planta no tolera el frío extremo.
La espina de cristo puede cultivarse en maceta o directo en el jardín, siempre y cuando cuente con el drenaje suficiente para evitar el encharcamiento del suelo.
¿Cómo se riega la planta corona de cristo?
- En cuanto al riego, la corona de Cristo, al ser una planta del tipo suculenta, es resistente a la sequía y puede sobrevivir sin agua durante largos periodos. Se recomienda regarla solo cuando el sustrato esté completamente seco, evitando encharcarla.
El sustrato utilizado debe tener buen drenaje, por lo que se puede mezclar turba y arena de río o fibra de coco para mejorar la capacidad de drenaje. Además, agregar un poco de vermiculita y perlita puede ser beneficioso.
¿Cómo abonar la planta espina de cristo?
La corona de Cristo, o espina de Cristo, no requiere un abono frecuente ni en grandes cantidades. Para su correcto cuidado, es recomendable aplicar un abono balanceado una vez al mes durante la primavera y el verano, que son las estaciones de mayor crecimiento. Puedes utilizar un fertilizante líquido soluble en agua como el purín de ortiga que la prevendrá de enfermedades fúngicas.
¿Qué hacer para que la corona de cristo florezca?
Para que la corona de Cristo florezca, es fundamental mantenerla en un clima con temperaturas entre 20 ºC y 35 ºC, evitando veranos extremadamente calurosos y secos. Además, la exposición continua al sol es completamente necesaria para que la planta pueda desarrollar sus flores.
Datos curiosos
Si tu espina de cristo tiene abundantes hojas y nada de flores, puede ser a consecuencia de un exceso de abono en el suelo.
Fuentes:
Cuidados de la Corona de Cristo en Ecología Verde
