- Frecuencia de riego: Abundante, mantener tierra húmeda
- Frecuencia de fertilizante: Cada 2 años
- Tipos de fertilizante: orgánico o mineral y es opcional
- Cuando podar: Periódicamente
¿Cómo se riega la menta?
En los primeros 30 días de crecimiento de tu planta de menta es necesario que riegues frecuentemente para que se mantenga la humedad de la tierra, después poco a poco, disminuiremos la frecuencia del riego sin permitir que el suelo llegue a secarse. En tiempos de calor aumenta su riego. Puedes mezclar la tierra con composta natural o estiércol. Gusta de suelos húmedos, flojos, ricos en humus y con un buen drenaje.
¿Cuál es el clima adecuado para la menta?
La menta es una planta que aguanta muy bien las heladas. Puedes tener tu menta en pleno sol si el suelo es suficientemente húmedo aunque no lo recomendamos ya que esto podría quemar sus hojas. Es mejor que tengas tu planta entre la sombra y el sol.
¿Cómo se poda la menta?
No olvides podar tu planta de menta regularmente para así retrasar la aparición de sus flores y mantener el espacio sano. Puedes cortar las hojas secas si así lo deseas para dar paso a las nuevas hojas. También elimina las malezas que se presenten para que la calidad de tu planta de menta sea mejor.
Plagas y enfermedades de la menta
Pulgón verde, las altisas (son unos gusanos) y ciertos nematodos son algunas de las enfermedades y/o plagas que puede presentar la menta. Esta planta aromática puede ser atacada por un hongo llamado ‘La roya’, que se manifiesta a través de la coloración marrón o naranja que aparecen en la parte de abajo de las hojas. Aquí la solución es arrancar la planta y quemarla para que no se propague más la roya.
Para reducir el riesgo de enfermedades en la menta te aconsejamos dividir la raíz cada 3 o 4 años o trasplantarla a otro lugar.