- Ubicación: Debe recibir el sol de manera directa.
- Riego: Espaciado. Deja secar la tierra entre riego y riego.
- Suelo: Que ofrezca un buen drenaje.
- Enfermedades: Hongos por exceso de agua.
- Abono: No es necesario pero puedes utilizar un fertilizante orgánico.
El tomillo es una hierba de olor perenee de la familia de las Lamiáceas con más de 250 variedades. Tiene un tronco leñoso, hojas delgadas y un aroma delicioso. Conoce más acerca de las características de esta fantástica planta.
¿Cómo se cuida el tomillo?
Se da en climas templados y es resistente a bajas temperaturas y sequías. Sus raíces son sensibles a los encharcamientos, por lo que el sustrato deberá permitir un buen drenaje. El exceso de humedad puede pudrir las raíces.
El suelo debe ser seco. Si vas a cultivarlo en maceta utiliza un sustrato que permita un buen drenaje. Aunque no es necesario, puedes enriquecer la tierra con algún abono orgánico en primavera.
Es muy resistente a plagas y enfermedades pero un exceso de humedad podría generar hongos. Los Nematodos fitófagos son una plaga que pudiera aparecer causando hojas y ramas amarillas. Otra plaga puede ser la Meloidogyne hapla que afecta las raíces. Se pueden controlar desinfectando el suelo con productos naturales. ¡Cuida tu planta!
En cuanto a la humedad ambiental debes escoger un lugar ventilado.
Si vas a poner tomillo en el interior de tu casa que sea en lugar muy iluminado y cerca de una ventana donde reciba sol de manera directa. Para poner a secar ramas de tomillo deberá ser en un lugar seco y ventilado. Las puedes guardar en un recipiente de vidrio.
La poda deberá realizarse en primavera, antes de la floración para utilizarlo como hierba medicinal o condimento. Para extraer sus aceites esenciales deberás cortarlo cuando está floreando, y en el verano si lo que se desea es solo darle forma.