Unas de las cosas que pueden pasarle a tu tallo de jengibre después de cosecharlo es que se pudra, se llene de hongos, se vuelva aguado o se seque. Cuando el jengibre está recién cortado, debes lavarlo y dejarlo secar sobre una toalla a la sombra.
¿Cómo conservar jengibre?
- Bolsa de plástico con cierre hermético: Después de lavar y secar bien, cubre el tallo con papel o servilleta y mételo dentro de una bolsa hermética y saca bien el aire, puedes guardarlo en el cajón de verduras o cortarlo y meter al congelador, de esta manera durará por meses. Importante NO pelar la raíz para que dure más.
- En papel: Envuelve el trozo de tallo con papel periódico o parecido y guarda en el refrigerador.
- Rayado: Esta es una forma muy práctica y rápida para usar. Pela y raya el jengibre y ponlo en una servilleta para después guardarlo en una bolsa hermética y sacar todo el aire.
- En alcohol: Esta es una forma no muy común pero igual podría gustarte. Usa vodka o jerez y sumerge en un frasco el tallo pelado y picado (procura quitar las partes manchadas y dañadas) hasta que el alcohol lo cubra por completo. Tapa y guarda en el refri. Cada que necesites saca un trozo y córtalo para después guardar el frasco nuevamente. Si el alcohol comienza a ponerse sucio, mejor desecha todo ya que podría estar llenándose de bacterias o moho.
- Es más fácil rayar el jengibre congelado, no tendrás necesidad de descongelarlo.
En cualquiera de estar formas de conservación, puedes ir sacando el pedazo de jengibre que vayas necesitando y volver a guardar.
Jengibre en vinagre de arroz
Si eres fan del sushi, en este video encontrarás una receta de jengibre encurtido:
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