¿Cómo sembrar árnica en el hogar?

Desde tiempos antiguos se conocen las propiedades medicinales de la árnica, e incluso solía fumarse como tabaco. Además, tiene una hermosa flor amarilla que logra embellecer jardines y huertos. Aquí te contamos cómo sembrar árnica, para que aproveches todas las bondades de esta planta.

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El cultivo de árnica es sencillo y rápido
  • Semillero tapado o destapado: destapado
  • Tipo de tierra: ácida, mezclada con arena y turba
  • Tiempo de germinación: de 7 a 15 días
  • Temperatura de germinación: superior a los 13°
  • Trasplantar: cuando alcance 10-15 cm

Su siembra se realiza a partir de las semillas de árnica. Una vez que se produce la polinización, la flor se seca y comienzan a crecer las semillas o frutos.
Notarás que se forma un capullo blanco con textura de algodón en donde antes estaba la flor y que en su interior hay unas pequeñas semillas de color marrón o pardo. Esas pequeñas semillas son las que tienes que recolectar para cultivar árnica en tu hogar.

¿Cómo germinar semillas de árnica?

Lo mejor es que germines las semillas en un semillero, para que puedas controlar mejor que estén en las mejores condiciones y puedas cuidarlas de las bajas temperaturas.
Para germinar semillas de árnica, sigue estos pasos:

  • Elige como semillero un recipiente pequeño, con agujeros en su base.
  • Mezcla tierra arenosa con turba y humus.
  • Siembra las semillas dispersas a poca profundidad.
  • Cubre las semillas con una capa delgada de tierra.
  • Riega a diario y con abundante agua, sin encharcar.
  • Coloca el semillero cerca de una ventana donde reciba sol.

Entre los 7 y 15 días comenzarán a germinar las semillas, si se encuentran en un entorno cálido y húmedo. Cuando la planta haya alcanzado entre 10 y 15 cm de altura, podrás trasplantarla a una maceta más grande o al jardín a pleno sol. La planta dará flores a partir de los dos años.

Los cuidados que necesita la planta de árnica

La árnica necesita riegos frecuentes en primavera y en verano, aproximadamente cada 2 días, y en invierno, cada 4-5 días. En cuanto a los suelos, prefiere que sean algo ácidos. Para lograrlo, puedes mezclar un poco de vinagre de alcohol o limón con el agua de riego y, también, abonar con humus una vez al año, si cultivas en maceta.
La árnica es una planta muy resistente que no necesita muchos cuidados, por eso es una interesante opción para sembrar en huertos y jardines, para aprovechar los beneficios medicinales de sus hojas y flores.

Texto: Lorena Morales