Al adquirir el caqui recuerda que es una fruta suave y muy delicada. Ten en cuenta la presentación: si notas más de un color, lo observas deforme o abierto, es un caqui que está maltratado y con seguridad su sabor será otro.
El caqui puedes conservarlo para lograr un grado mayor de madurez y también puedes congelarlo, preferiblemente, luego de procesarlo como puré o en trozos.
Cómo comer un caqui
Comer el caqui en su forma natural
- Puedes comer el caqui directamente de la planta o del mercado. La piel del caqui se come, por lo que solo bastará que lo laves muy bien. Si lo prefieres sin piel, lávalo en agua tibia y la piel saldrá al retirarla suavemente con una pinza o con tus dedos.
- Cuando la textura es más suave, te podrás ayudar de una cuchara y comerlo como si de un postre se tratara ¡exquisito!
Comer el caqui procesado en casa
El caqui o kaki, puedes procesarlo para usarlo de distintas maneras en la cocina. En crema, por ejemplo, licuándolo y añadiendo los sabores que más te gusten, canela, leche desnatada o nata o quizá miel si es de tus preferencias. Pero también como jugo, puré o mermelada.
Cómo conservar el caqui una vez comprado
El caqui puede comerse en diversos tiempos de maduración.
- En una primera fase, el caqui presenta un color naranja, se le llama persimón.
- El otro tipo de caqui se obtiene en una fase de maduración más avanzada y logra ese color rojo.
Si al comprarlo es de color naranja, solo guárdalos en una caja, en un ambiente seco en caso de que tengas la plata en tu huerto en casa. El mismo método en caso de tener la planta en tu huerto en casa.