- Nombre científico: Camellia sinensis
- Familia: Theaceae
- Clima: Entre 12 °C y 16 °C
- Dificultad de cultivo: Media
- Ubicación de la maceta: Semisombra
Clima y humedad
La camelia es una planta sensible a las condiciones climáticas extremas, no tolera las temperaturas altas y tampoco las temperaturas demasiado bajas. Su cima ideal va entre los 12°C y los 16°C, pero también puede soportar temporadas con un clima de mínimo 5°C y máximo 24°C. Y la humedad debe ser superior al 60%.
Luz y ubicación
La ubicación perfecta para tu camelia en maceta es en el balcón, cerca de una ventana o un espacio en el jardín a semisombra. Es importante que la camelia cuente con una buena iluminación pero que los rayos del sol no le den de forma directa ya que pueden ser perjudiciales para ella.
Datos curiosos
Es muy importante mantener tu camelia alejada de los lugares cálidos y sobre todo de las calefacciones.
Riego
La camelia requiere un riego frecuente en temporadas con clima cálido y moderado en temporadas con clima frío, lo importante es mantener el suelo siempre húmedo sin encharcar y sin dejar que se seque, ya que la camelia es delicada a estos extremos y corre el riesgo de secarse también.
Si has notado que tu camelia tiene muchas hojas marrones o secas, te invitamos a hacer clic aquí para que aprendas cómo recuperarla.
Poda
La poda estimula la ramificación de la camelia por lo que es recomendable realizar una poda anual durante los primeros 5 años de tu planta o hasta que alcance la altura y forma que deseas. Estas podas deben ser menos fuertes cada año, se debe reducir la longitud del corte entre 5 cm y 10 cm cada año.
Datos curiosos
Durante la poda debes asegurarte de retirar todas las ramas y brotes secos, ya que estos restan fuerza a tu camelia.
Trasplante y renovación del sustrato
El espacio y la calidad del suelo son muy importantes para la camelia, por lo que debemos cambiar a una maceta más grande por lo menos cada 2 años, para dar el espacio suficiente para que sus raíces puedan seguir desarrollándose adecuadamente. Y una vez al año, específicamente en la primavera es recomendable fertilizar y renovar al menos la capa superficial del suelo con abono para rododendros
