Bambú de interior: características de la planta
El bambú de interior es originario de las zonas tropicales, su aspecto es macizo, sus tallos son gruesos y algunos pueden llegar a medir hasta 8 cm de diámetro. Además, están entrecortados por los nudos y son rígidos. Se pueden utilizar para tratar la falta de calcio y también ayuda a la reconstrucción de los tendones, ligamentos y cartílagos.
En cuanto a sus hojas son de color verde oscuro y tienen propiedades antiparasitarias, espectorantes y estimulantes. Su forma es oblongas, lanceoladas y puntiagudas.
El bambú de interior es muy sencillo de conseguir y de cultivar en el hogar, no requiere de muchos cuidados para su mantenimiento. Es una planta que se adapta muy bien a cualquier zona y clima, pero cabe aclarar que prefiere los cálidos.
Cuidados del bambú de interior
Como mencionamos, es una planta que no requiere de muchos cuidados, pero si hay que ofrecerle algunos para que se desarrolle a la perfección. El lugar indicado para colocarlo es cerca de una ventana, donde entre la luz, pero el sol no llegue a ella directamente.
El bambú de interior no desarrolla muchas enfermedades, solo la debes proteger de las conchillas que se quitan con alcohol y los hongos ( hojas amarillas ) que aquí tienes que evitar el exceso de agua y el sol directo.
Esta especie de bambú lo puedes tener en un recipiente con agua o en una maceta con tierra, depende de lo que prefieras. En el caso de esta última opción, es recomendable que la tierra sea fértil y que esté húmeda. El riego es importante, pero no te debes exceder, ya que las raíces se pudrirán, con rociar las hojas dos veces a la semana es suficiente.
Entonces, si quieres que tu bambú interior esté sano, sigue los cuidados mencionados y lo verás con un tronco verde al igual que sus hojas.