- Temperatura: Entre 20°C y 28°C
- Humedad: Alta
- Iluminación: Alta sin sol directo
- Frecuencia de riego: Frecuente en verano y escaso en invierno
Principales cuidados de la Alocasia Sanderiana
Clima, luz y ubicación
Al igual que el resto de las alocasias, por su naturaleza tropical y su forma de crecer debajo de los árboles, la alocasia sanderiana no tolera los rayos del sol en forma directa. Es una planta que necesita recibir buena iluminación pero sin que los rayos del sol toquen sus hojas, ya que podrían quemarlas.
Puedes ubicar tu alocasia sanderiana tanto en el interior como en el exterior de la casa, solo debes asegurarte de que no se encuentre expuesta a temperaturas muy bajas ni a corrientes fuertes de aire. Esta planta prefiere los climas cálidos y no resiste a las heladas.
Datos curiosos
La alocasia sanderiana se asemeja mucho a la alocasia amazónica.
Suelo
La alocasia sanderiana prefiere los suelos sueltos, bien drenados y con suficientes nutrientes. Para conseguirlo te recomendamos mezclar tierra fértil, humus de lombriz y turba o también puedes conseguir en el vivero un sustrato especial para este tipo de plantas. Una de las cosas más importantes del suelo es que cuente con un buen drenaje.
Riego
La humedad del suelo es fundamental para las alocasias por lo que mantener un buen riego es indispensable para su desarrollo. Se recomienda regar unas 3 veces a la semana durante el verano y 1 o 2 veces a la semana durante el invierno. Sin embargo, la frecuencia no es precisamente lo más importante, lo más importante es que el suelo siempre conserve un buen nivel de humedad, es decir, que cuando se observe ligeramente seco es cuando podemos volver a regar.
Si quieres aprender a reproducir tu alocasia sanderiana te recomendamos leer este artículo: Cómo reproducir las alocasias, donde vas a encontrar todas las posibles formas de reproducción.
Limpieza y humedad de las hojas
Para la alocasia sanderiana es necesario mantener un buen nivel de humedad en sus hojas y la mejor manera de dársela es pulverizandolas con agua sin cal 3 veces por semana. Por otro lado para favorecer el proceso de fotosíntesis de las hojas se recomienda limpiarlas con un paño seco 1 vez al mes, de esta forma se eliminan las partículas de polvo que se puedan llegar a acumular y así la planta podrá realizar su proceso correctamente.