Cómo se riega el pimiento

Cuando tenemos una huerta en casa a menudo nos hacemos las mismas preguntas y muchas veces no tenemos las respuestas. Una de las más habituales es: ¿cuándo riego mis plantas? Por ello en este texto, te enseñaremos cómo debe ser el riego del pimiento, los horarios recomendados, la profundidad oprima y mucho más. ¡Toma nota!

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El pimiento necesita un riego abundante

¿Cómo regar la planta de pimiento?

Los pimientos son sensibles a los extremos en cuanto al riego. Esto quiere decir que no soportan un suelo seco, pero tampoco con abundante agua, ya que si esto sucede la planta puede marchitarse o ser más propensa a contraer plagas y enfermedades.

Entonces, ¿cuánta agua necesita el pimiento?, para saber esto, lo recomendable es que controles la humedad de la tierra donde tengas tu cultivo. Además, y un punto importante a tener en cuenta es que siempre riegues en el mismo horario.

Otro punto para tener en cuenta, es mejor que le falte agua al pimiento, pero no que lo sobre. De hecho, muchas personas, eligen solo regarlas cuando la planta comienza a mostrar signos de que se está marchitando. Aunque hay que tener cuidado y llegar a realizar el riego a tiempo.

Horario del riego

Aquí tienes que tener en cuenta que si tus pimientos crecen en una maceta , el riego debe ser mucho más frecuente que si los tienes en el suelo. Lo recomendable es regar la planta en el mismo horario, esto hará que la humedad se mantenga uniforme.

En los meses de primavera y otoño, es necesario regarlas una o dos veces a la semana, y en el verano hasta dos veces al día.

Profundidad del riego

En el caso de que riegues tus plantas de pimiento con mucha agua, las raíces más profundas recibirán esa agua. Estas raíces, en algunos casos se extienden hasta un metro por debajo del suelo, por ello lo ideal es regar la tierra hasta que esté húmeda, aunque sea 40 cm por debajo de la superficie. El riego por goteo es la mejor alternativa para estos casos.

Métodos de riego

Aquí, la mejor opción, es el riego por goteo, ya que conserva el agua y mantiene el suelo húmedo de manera uniforme. Además, con este tipo de riego se evita que se formen charcos de agua y que los insectos se depositen en ellos.

Texto: Romina Benito