¿Cómo se cuida una maceta de violetas?
La mayoría de las violetas prefieren una gran cantidad de luz, pero indirecta. Procura que la maceta tenga buen drenaje y un sustrato lo suficientemente poroso para que permita el paso del agua de riego y no se estanque.
¿Cuáles son los principales cuidados de las violetas?
- Riego: Las violetas requieren un riego adecuado para mantener el sustrato húmedo. Durante los meses más cálidos, es necesario regarlas dos o tres veces a la semana. Sin embargo, en invierno, los riegos deben espaciarse debido al peligro de heladas. Se recomienda evitar el uso directo del agua del grifo, ya que el cloro puede ser dañino para las violetas.
- Suelo: Es fundamental que la tierra tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento.
- Luz: Las violetas prefieren la sombra o la luz indirecta en lugar de la exposición directa al sol. Por lo tanto, es aconsejable ubicarlas en áreas donde reciban luz suave.
- Temperatura: Las violetas pueden soportar bajas temperaturas, pero es importante evitar ubicarlas en lugares donde la temperatura descienda por debajo de los 12ºC. Si hace demasiado frío, las flores pueden perder su color o las hojas pueden volverse amarillentas.
- Reproducción: El cultivo de las violetas es bastante sencillo. Pueden reproducirse por siembra de semillas o mediante estolones, (tallos que al tocar el suelo generan raíces). Cuando esto sucede, se pueden separar los tallos y trasplantarlos. Debido a su naturaleza rastrera, las violetas son perfectas como plantas tapizantes en jardines rocosos y borduras.
- Abonado: Las violetas requieren suelos con alto contenido de materia orgánica. Un mes o dos antes de plantarlas, se puede preparar el suelo añadiendo una capa de estiércol o compost.
- Enfermedades: Las violetas pueden verse amenazadas por algunas plagas comunes. Las cochinillas y los pulgones tienden a desarrollarse en temperaturas elevadas. Los caracoles pueden producir agujeros en las hojas. Los hongos, como el oídio o polvo blanco, generan manchas blancas en las hojas o los capullos y afectan a las plantas que no reciben suficiente luz.
Si una planta se enferma, se recomienda utilizar un pesticida o fungicida orgánico específico para cada problema. Es importante rociarlo sobre la tierra y no sobre las hojas o flores, preferiblemente en las primeras horas de la mañana.
Fuentes:
La violeta: una pequeña planta muy perfumada
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