- Nombre científico: Prunus armeniaca
- Familia: Rosaceae
- Origen: Asia Central
- Clima: Templado
El árbol de albaricoque puede medir entre 3 y 6 metros de altura, y es caducifolio, es decir, pierde todas sus hojas en invierno. Al llegar la primavera, el albaricoquero se cubre de numerosas flores blancas o rosadas que, luego de la polinización, se convertirán en frutos. Las hojas vuelven a salir en primavera después que las flores.
El albaricoquero también se conoce con el nombre de damasco, chabacano o o albergero.
La hoja del albaricoquero
La hoja del damasco tiene forma de corazón, un poco más alargada que ancha, y mide unos 5-10 cm de largo por 4-8 cm de ancho. Tiene los bordes aserrados y es rojiza cuando es joven.
Propiedades medicinales de la hoja de albaricoque
Desde tiempos antiguos se conocen las propiedades medicinales de la hoja de albaricoque, por eso se lo utiliza para preparar infusiones y cataplasmas.
Propiedades del albaricoque
- Es diurético.
- Ayuda a tratar infecciones urinarias.
- Contribuye a curar eccemas, acné y otras afecciones de la piel.
- Previene la retención de líquidos.
- Es cicatrizante.
La infusión de hojas de albaricoque se usa generalmente por su efecto diurético, que ayuda a eliminar el exceso de sodio en el organismo. Las hojas también se aplican de forma tópica por su efecto exfoliante, y para tratar el acné, quemaduras, eccemas y otras afecciones de la piel, por su acción desinfectante y cicatrizante.
Cómo preparar un té de hojas de albaricoque
Preparar un té de hoja de albaricoque es muy sencillo y no te llevará mucho tiempo.
Necesitas:
- 2 cucharadas soperas de hojas secas
- 1/2 litro de agua
Procedimiento:
- Pon a hervir el agua y agrega las hojas cuando rompa el hervor.
- Apaga el fuego y deja reposar por 10 minutos.
- Cuela la preparación y endulza a gusto.
- ¡Listo! Ya puedes disfrutar de tu té medicinal de hojas de albaricoque.
Solo ten en cuenta que, aunque puede ser muy beneficioso para la salud, no es recomendable que lo tomes todos los días.
Cultivar albaricoque es una excelente idea, ya que no solo da unos frutos deliciosos, sino que también sus hojas tienen propiedades medicinales que puedes aprovechar. Además, los cuidados del albaricoque son muy sencillos, e incluso puedes cultivar damasco en maceta.