¿Cómo reproducir un ficus benjamina?
La primavera es el mejor momento para propagar un Ficus benjamina mediante esquejes. Esta elección de fecha da a los esquejes el tiempo suficiente para enraizar antes de la delicada temporada de invierno.
Así es como se procede adecuadamente:
- Corta las puntas de los brotes con una longitud de 15 cm.
- Coloca las tijeras bajo un par de hojas o un nudo de hojas.
- Poda las hojasde la mitad inferior de cada esqueje.
- Llena las macetas con arena de turba o sustrato de fibra de coco y humedécelas.
- Introduce 2 ó 3 esquejes en cada maceta
Datos curiosos
Poner una bolsa de plástico sobre cada maceta ayuda a crear un microclima ideal para los esquejes. Debajo de la bolsa coloca dos palos de madera; éstos ayudarán también (como espaciadores) para que no haya puntos de contacto entre el plástico y los vástagos.
¿Dónde colocar los esquejes del ficus?
En un lugar cálido y a media sombra cerca de una ventana. Una vez que hayas encontrado el sitio ideal, riega los esquejes y el sustrato con regularidad sin dejar que se encharquen. El brote de hojas frescas indica que se puede retirar la cubierta.
- Una vez que los esquejes hayan enraizado su maceta, trasplántalos en tierra enriquecida con perlita, arena o granulado de lava. Puedes promover un crecimiento tupido y compacto podando los esquejes después de trasplantarlos. Para ello, recorta las puntas de los brotes en un tercio aproximadamente.
Propagación en agua
Los esquejes de un ficus de hoja verde se pueden enraízar en un vaso de agua. Coloca los esquejes medio desfoliados en un recipiente con agua purificada cerca de una ventana a media sombra y caliente. Añade al recipiente un trozo de carbón vegetal, que evitará la formación de podredumbre. Cuando las raíces tengan unos 3 cm de longitud, coloca los esquejes en una mezcla de tierra y gránulos de lava.
Datos curiosos
Para cortar los esquejes, lleva el ficus benjamina al exterior. Así evitarás que las zonas de vivienda y de trabajo se ensucien con la pegajosa y venenosa savia lechosa. Después, limpia tu ficus con agua sin jabón ni cal y deja secar antes de devolverla a su ubicación interior.