- Nombre científico: Tamarindo indica
- Familia: Leguminosae
- Origen: África
- Clima: Tropical
Cómo es el tamarindo
El árbol de tamarindo puede crecer hasta 30 metros de altura, y su copa puede medir unos 4 metros de diámetro.
Sus hojas son compuestas con 10-20 peciolos opuestos, semejantes a las hojas de un helecho. Sus flores son pequeñas y amarillas con vetas rosas, naranjas o rosas, y están dispuestas en racimos. Su fruto es una vaina que contiene unas 5 semillas recubiertas con una pulpa comestible de sabor agridulce.
Datos curiosos
“Tamarindo” proviene de la frase “tamr hindī” que significa “dátil de la India”.
El bonsai de tamarindo
Para crear tu bonsai de tamarindo es mejor que lo siembres desde semilla, para que puedas controlar su crecimiento desde el principio. Los pasos a seguir para sembrar semillas de tamarindo son los siguientes:
- Pon a remojar semillas de tamarindo limpias durante unas horas.
- Descarta las que flotan en el agua.
- Prepara un semillero con sustrato arenoso y húmedo.
- Siembra las semillas a no más de un centímetro de profundidad presionando suavemente con el dedo.
- Riega con frecuencia procurando que el sustrato esté siempre húmedo. Las semillas germinarán en 7-10 días.
Un secreto para germinar las semillas con éxito es remojarlas en agua a 75 °C durante una hora antes de sembrar.
Los cuidados del bonsai de tamarindo
Cuando la plántula tenga unos 5 cm de altura ya puedes sembrar el tamarindo en una maceta un poco más grande. Al principio, solo debes dejar que el árbol crezca, recortando sus raíces cuando realices los trasplantes.
En unos dos años, o cuando decidas que ya ha alcanzado la altura suficiente, puedes realizar la poda apical, recortando el tallo principal para que el árbol no siga creciendo de altura. Recuerda que el secreto de los bonsai es realizar podas regulares de ramas y raíces.
Consejos para cuidar tu bonsai de tamarindo
- Elige una maceta más ancha que profunda, para limitar el crecimiento de las raíces.
- Cultiva con preferencia en el exterior.
- Asegúrate de que la tierra sea suelta agregando perlita o arena al sustrato. Puedes usar tierra preparada especialmente para bonsai.
- Coloca una rejilla en los agujeros de drenaje de la maceta para que no se salga la tierra.
- Trasplanta en primavera, y suspende el riego unos días antes para que la tierra esté seca.
- Al trasplantar, separa suavemente la tierra de las raíces y recórtalas.
- Luego del trasplante, ubica el bonsai en un lugar con sombra por unas semanas para que se recupere. No fertilices ni abones la tierra durante ese tiempo.
- Al cabo de ese tiempo, sumerge la maceta en un recipiente con agua hasta que cubra la tierra y déjala allí durante 20 minutos. Entonces podrás ubicar el bonsai en su lugar habitual.
Crear un bonsai no es algo sencillo, sino que requiere mucha paciencia y dedicación, en especial si comienzas a crearlo desde semilla, pero si eres amante de los bonsai y los tamarindos, seguramente obtendrás un resultado bellísimo.
