Cuidados de la begonia corallina

También conocida como begonia tamaya, la begonia corallina es un híbrido mexicano de la variedad maculata. Es un tipo de begonia de hoja perenne muy llamativa y fácil de cuidar. Sus hojas punteadas y sus flores rosadas en forma de racimo le dan un aspecto sin igual que te permitirá dar un toque tropical a cualquier rincón de tu hogar. Aquí te contamos cómo cuidar una begonia corallina.

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Al igual que las demás begonias, a la corallina no se gustan el frío o calor extremo.

Características de la begonia corallina

Al igual que otros híbridos de begonia maculata la corallina no tolera situarse en lugares de climas extremos. A estas plantas de hojas decorativas no les viene bien el exceso de calor, frío o el sol directo.

¿Dónde colocar una begonia corallina?

Si el clima es templado, puedes situarla en un espacio sombreado de exterior como una terraza techada o en el jardín debajo de un gran árbol. En interiores serán felices mientras más luminosidad tengan (sin recibir sol de una ventana).

Cuidados principales de la begonia corallina

  • Temperatura: Templada, entre 17 y 20°C
  • Luz: Alta, indirecta
  • Sustrato: Muy suelto
  • Humedad ambiental: Alta
  • Riego: Moderado y constante
  • Abono: Cada 15 días en temporadas de calor
  • Poda: De hojas dañadas

Riego de la begonia corallina

Además de un clima templado y un espacio sombreado, la begonia corallina necesita mantener sus sustrato constantemente húmedo pero sin exceder la cantidad. Riega cada que la capa superior de sustrato se encuentre seca completamente.

Sustrato y maceta ideal para la begonia corallina

Utiliza una maceta de buen tamaño y con agujeros suficientes para el drenaje, llénala con rocas pequeñas en la base y luego una mezcla suelta (turba, fibra de coco, corteza de árbol y compost a partes iguales) para que las raíces puedan desarrollarse libremente y el agua del riego de ninguna manera se quede estancada en la base.

Fertilizantes y podas para la begonia corallina

Junto con el agua de riego, añade a la planta un abono líquido cada 15 días durante la época de crecimiento o floración. Disminuye el abono conforme la temperatura comience a bajar y omite completamente una vez que haya iniciado el invierno.

Texto: Moni