Paso a paso para cultivar espinaca en casa sin semillas
- Elige una planta de espinaca: puedes elegir alguna cosechada por ti o una comprada en el mercado.
- Corta la espinaca por el cabo: realiza el corte dejando unos tres centímetros, sin separar los tallos de la raíz.
- Retira los residuos: asegurate de que no han quedado residuos en la raíz o en los tallos.
- Enraiza la planta: puedes realizarlo tanto en agua como en tierra.
- En tierra: siembra el cabo en una maceta dejando 1 cm de tallo por fuera de la tierra y vigila que conserve la humedad. Cuando la planta tenga algunas hojas ya podrás trasplantarla, en el caso de que tengas un huerto. Si cultivas en maceta, es más práctico que utilices la maceta definitiva para enraizar.
- En agua: sumerge el cabo en un recipiente con un poco de agua sin cubrirlo del todo. Cambia el agua a diario hasta que la planta libere raíces y algunas hojas. En aproximadamente una semana ya podrás sembrar la espinaca en la tierra.
Si bien el cultivo de espinaca a partir de semillas es muy sencillo y su tiempo de cosecha es corto, también tenemos la posibilidad de sembrar espinaca sin semillas, ya sea porque no hemos recolectado suficientes, o porque simplemente hemos encontrado una variedad que nos ha gustado mucho y deseamos cosecharla en casa.
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