- Ubicación: en un lugar con mucho sol, protegido del viento.
- Tipo de suelo: pH entre 5 y 6,5. Buen drenaje, rico en materia orgánica.
- Maceta: oscura para que absorba calor si estás en clima frío. Grande y con buen drenaje.
Ventajas de cultivar mango en maceta
Si bien el árbol de mango no llegará a tener el tamaño de uno plantado en tierra y por lo tanto dará menos frutos, cultivar mango en maceta tiene ventajas. Una de ellas es que nos permite cultivarlo en climas más fríos ya que podemos moverlo siguiendo al sol, o ponerlo dentro de la casa con lámparas en invierno. Además, la maceta nos permite tener mangos en casa, incluso si no tenemos el espacio necesario para plantarlo en nuestro jardín.
Tierra necesaria para cultivar mango en maceta
Sembrar mangos en maceta necesita un poco más de atención que sembrarlo en el suelo. La tierra que usemos debe tener la mismas características que el cultivo del mango normal: debe estar bien nutrida con abono de lombriz o compost, debe tener un muy buen drenaje, para esto, recomendamos mezclarla con un poco de arena o colocar piedras debajo de la maceta y cuidar que el pH esté entre 5 y 6,5.
Cuidados extra de la tierra de la maceta
El cuidado extra consiste en abonar más seguido, ya que la cantidad de tierra es menor y se desgasta más rápido. Agregar humus o cambiar la tierra completa sin dañar las raíces es un trabajo que debe ser constante para tu maceta de mango. Recuerda que una planta bien nutrida da mejores frutos y tiene menos probabilidades de enfermarse y atraer plagas.
Dónde colocar tu mango
Los mangos provienen de India, por lo que prefieren los climas tropicales y subtropicales. La maceta puede ayudar a cultivarlo en climas con menor temperatura pero deberemos estar atentos a moverla siguiendo el sol y a guardarla dentro en los días fríos. La maceta debe tener entre 8 y 10 horas de sol al día, por lo que recomendamos colocarla mirando al sur, dónde aprovechará el sol más fuerte y adecuado para el crecimiento y productividad del árbol.
Riego del mango en maceta
El riego del mango es maceta tiene algunas indicaciones que debemos seguir. En el primer tiempo es importante regar con más regularidad. Luego, cuando el árbol esté más grande es necesario disminuir el riego y hacerlo solo cuando la tierra esté seca manteniéndola húmeda sin generar charcos. En la época de floración y fructificación debemos volver a aumentar el riego para fortalecer los frutos. Si en el lugar donde se encuentra la maceta llueve mucho, debemos suspender el riego.
Cuidados del mango en maceta
- Cambiar la maceta a medida que crezca el árbol para darle espacio a las raíces.
- En lugares fríos usar macetas oscuras que absorben calor del sol. Usar luces en invierno.
- Colocar piedras al fondo de la maceta para garantizar el buen drenaje.
- Se recomienda plantar en primavera.
- No requiere mucha poda, pero siempre sacar rama secas o enfermas.
Preguntas frecuentes
¿Cómo cuidar la planta de mango en maceta?
La planta de mango en maceta necesita, una tierra con mucho material orgánico y buen drenaje, exposición al sol por al menos 8 horas, riego constante para mantener la tierra húmeda y una maceta grande y profunda.
¿Cuánto tarda en crecer un árbol de mango?
El árbol de mango sembrado desde semilla demora al menos 8 años en dar frutos, el árbol comprado o creado de injerto, demora menos, entre 2 y 5 años en fructificar por primera vez. Recomendamos usar un mango injertado en maceta para ver resultados en menor tiempo.
¿Cómo cuidar la planta del mango?
La planta de mango necesita algunos cuidados básicos para crecer fuerte. En primer lugar garantizar que la tierra esté bien nutrida con abono de lombriz o compost. Además controlar la humedad y la exposición al sol por al menos 8 horas al día.
¿Cuánto tarda en dar fruto un mango injertado?
Los mangos injertados demoran mucho menos tiempo en dar frutos que los mangos sembrados desde semillas. En el caso de los mangos de semilla, fructificaran entre los 8 y 12 años luego de germinar, los injertados en cambio fructifican entre los 3 y 5 años luego de plantados.
