El cultivo de kiwi en maceta

El kiwi es una baya deliciosa que da el árbol originario de China, muy apreciada por sus propiedades nutritivas. En este artículo te daremos toda la información para que sepas cómo tener tu cosecha orgánica de kiwi en tu hogar en macetas.

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Deberás tener una maceta con un kiwi macho y otra con un kiwi hembra
  • Nombre científico: Actinidia deliciosa
  • Familia: Actinidiaceae
  • Origen: China
  • Clima: Templado

La planta de kiwi

El kiwi es un árbol perenne de ramas tortuosas que se comporta como una enredadera. Sus flores son pequeñas y muy perfumadas, de color de blanco a crema, con numerosos estambres y/o pistilos visibles. Su fruto es de color verde o amarillo en su interior y está cubierto por piel amarronada con vellosidades.
Para cultivar kiwi en maceta, primero tienes que elegir la variedad adecuada.

Paso 1: Elige la variedad de kiwi apropiada

Al ser una planta dioica, hay especies de kiwi hembra o macho, por eso debes cultivar dos plantas de kiwi, una macho y otra hembra. Por esta razón, si tomas semillas de un fruto de kiwi no sabrás si es hembra o macho hasta que la planta dé flores.
Lo más factible es cultivar kiwi por medio de esquejes o injerto, ya que obtendrás una planta igual a la planta madre. Pero si prefieres cultivar kiwi desde semilla, procura conseguir una especie que sea autofértil, es decir, que pueda polinizarse a sí misma.

Paso 2: Cultiva tu kiwi en maceta

Para sembrar un esqueje de kiwi, debes seguir este procedimiento:

  1. Prepara un sustrato rico en materia orgánica, preferentemente estiércol de vaca, y con muy buen drenaje.
  2. Elige una rama de unos 15 cm que se vea fuerte y corta debajo de un nudo con una tijera limpia.
  3. Retira las hojas de la parte inferior del tallo, dejando algunas en la parte superior.
  4. Siembra el esqueje en una maceta pequeña y haz algo de presión para asegurarla bien.
  5. Riega en forma de lluvia con regularidad.

Paso 3: Prodiga a tu kiwi los cuidados que necesita

La planta de kiwi requiere de unos cuidados sencillos para crecer con vigor y convertirse en una planta fuerte y proporcionarte abundantes frutos:
Maceta: necesitarás una maceta grande, ya que el árbol de kiwi puede medir hasta 9 metros de altura.
Sustrato: el kiwi necesita suelos sueltos con muy buen drenaje, porque sus raíces tienden a asfixiarse. Para lograrlo puedes agregarle arena de río al sustrato. Abona a principios de primavera.
Ubicación: el kiwi no necesita sol directo todo el día, por eso puedes elegir un lugar en semisombra.
Clima: el kiwi resiste heladas en invierno pero no las resiste en primavera cuando emergen los tallos que darán frutos, por eso necesita que lo protejas con una malla o plástico, o sembrando setos.
Tutores: debes asegurar la planta a un tutor o enrejado para guiar su crecimiento, ya que cuando llegan a cierta altura las ramas tienden a caer y a enredarse entre sí.
Podas: es importante que realices una poda de invierno, cuando la planta entra en reposo, dejando solo las 3 ramas más vigorosas.
Riegos: riega de manera frecuente, sobre todo en época de fructificación. Además, el kiwi agradece la aspersión de agua, ya que le gusta la humedad.

Al cabo de unos tres años aproximadamente, tendrás tu propia cosecha de kiwis orgánicos. Y si le prodigas los cuidados necesarios, será muy resistente a las plagas y enfermedades.

Texto: Lorena Morales