¿Con qué frecuencia hay que replantar una palmera areca?
Dado que la palmera amarilla no es de crecimiento rápido, incluso con buenos cuidados, suele bastar con trasplantar la palmera sólo cada dos o tres años, no sólo para dar más espacio a las raíces, sino también para sustituir el sustrato viejo por tierra fresca.
Datos curiosos
Puedes saber que la maceta anterior se ha quedado pequeña cuando las raíces crecen fuera del agujero de drenaje o el cepellón empieza a salir de la parte superior de la maceta.
Lo ideal es trasplantar en primavera en marzo o abril, justo antes de que comience la fase de crecimiento.
Selección del nuevo contenedor de plantación
Como todas las palmeras, la palmera areca desarrolla raíces pivotantes muy largas que no deben doblarse. Por lo tanto, la nueva maceta debe ser más profunda que la anterior. El diámetro, en cambio, sólo tiene que ser un poco más ancho.
- Asegúrate de que la maceta tenga uno o varios orificios de drenaje suficientemente grandes para que no se produzcan encharcamientos al regar. Es una buena idea crear un sistema de drenaje de grava o pequeñas piedras en el fondo de la maceta.
Pasos para trasplantar correctamente la palmera areca
- Retira con cuidado la palma de la vieja maceta.
- Elimina cuidadosamente el sustrato antiguo pegado a la raíz.
- Prepara una nueva maceta.
- Introduce la palmera y rellena con sustrato.
- No presiones la tierra con demasiada firmeza.
- Riega el sustrato.
- Coloca en un lugar luminoso y cálido (pero no soleado).
Datos curiosos
Al plantar, hay que tener cuidado de no presionar demasiado las raíces pivotantes de la palmera amarilla para que no se enrosquen ni se rompan.
No abones la palmera después del trasplante
El sustrato de plantación fresco contiene muchos nutrientes. Por lo tanto, no se debe abonar la palmera areca en los primeros meses después del trasplante. De lo contrario, se corre el riesgo de sobrefertilizar la palmera.