- Frecuencia de riego: 2-3 veces por semana.
- Frecuencia de fertilizante: 1-2 veces al año.
- Tipos de fertilizantes: ricos en potasio y nitrógeno; sal.
- Cuando podar: no es necesaria.
El ambiente ideal para la palma de coco
Al ser una planta de clima cálido, la palma de coco solo vive en ambientes con una temperatura de más de 16 °C y humedad contante, por eso el secreto para cultivar coco es asegurarse de que no sufra frío ni sequedad. Además, debes ubicar la planta en un lugar donde reciba mucha luz del sol.
Si vives en regiones tropicales esto no será difícil de lograr, pero en cualquier otra región lo más recomendable es que la cultives en interiores o invernadero. En cuanto a la humedad, lo mejor es que rocíes la planta con frecuencia, sobre todo en verano y si el clima es muy seco.
Por otro lado, si cultivas en interior, lo ideal es que siembres coco enano.
El riego que necesita el cocotero
La palma de coco necesita un riego frecuente, ya que necesita bastante humedad. En verano puede ser de 2 a 3 veces por semana, y 1 vez por semana en invierno, aunque la frecuencia puede variar según el clima de tu zona. Si siembras en maceta, asegúrate de que tenga buen drenaje colocando piedras en el fondo. Ten en cuenta que:
- Si el coco se oscurece, te estás excediendo en el riego.
- Si tiene muchas hojas secas o arrugadas, le falta humedad y/o riego.
- Si los bordes de las hojas están secos, recibe mucho sol directo.
Sustrato y abono para la palma de coco
El cocotero necesita un sustrato ligero compuesto de tierra, turba y arena. Si siembras coco en maceta necesitará que le proporciones una o dos veces al año abono con abundante nitrógeno y potasio. El nitrógeno puedes obtenerlo agregándole estiércol, café o humus al sustrato, y el potasio, de la cáscara de huevo, plátano o banana.
La sal también beneficia mucho al coco si no está sembrado en zonas costeras. La forma de proporcionársela es espolvoreando la sal alrededor del tronco antes de regar, cada 3 meses.
¿Necesita poda el cocotero?
El coco no necesita podas ya que, si está saludable, sus hojas caerán solas al secarse. Si decides cortarlas, hazlo una vez que estén del todo secas y nunca cortes las hojas al ras del tallo porque la planta quedaría muy expuesta a plagas y/o enfermedades. Por la misma razón, evita producirle heridas al tronco durante la poda o la cosecha de cocos.