Desde hace muchísimos años, este alimento se germinaba con el propósito de ser usado como remedio para tratar y prevenir algunas enfermedades. De hecho, en el antiguo Egipto, se consumía con ese fin.
Para usar estas semillas de avena en tu rutina de alimentación diaria, como corresponde, es necesario germinarlas previamente.
Paso a paso para germinar avena
Antes de comenzar, recuerda que es importante que las semillas estén a temperatura ambiente por unos minutos y aún más si quieres realizar este proceso en invierno. No es recomendable hacerlo cuando las temperaturas son extremadamente bajas.
- Prepara el lugar en que quieras que germine tu avena. Debe tener mucha iluminación y una temperatura de 23 grados centígrados (la luz del sol no tiene que ser directa)
- Enjuaga las semillas con abundante agua y colócalas en un frasco de vidrio.
- Incorpora agua en el frasco hasta cubrir las semillas y déjalo reposar por 8 horas. No tapar el frasco.
- Luego de esas horas, retira las semillas hinchadas y colócalas en un plato sobre un paño húmedo y tápalas con el mismo.
- Pasadas las 12 horas ya estarán listas para consumir en tu dieta diaria y aprovechar todos sus beneficios .