¿Se puede congelar el aloe vera?

La sábila o aloe vera no es sólo una planta ornamental, sino también una antigua planta medicinal. Hoy en día aún se utiliza para el cuidado de la piel y para tratar lesiones y enfermedades cutáneas. Y es más fácil aún, gracias a que el gel de aloe vera se puede congelar fácilmente.

Sábila congelada

Conservación del aloe vera

Actualmente la sabila se cultiva a gran escala en monocultivos en todo el mundo. Esta planta con muchas propiedades curativas desempeña desde hace varias décadas un papel importante en la cosmética y en la producción de alimentos y complementos alimenticios.

Datos curiosos

El mucílago o gel de aloe vera fresco o congelado también puede mezclarse en bebidas, yogures o batidos para su consumo. De 1 a 3 cucharadas al día son suficientes para lograr un buen efecto en la digestión, por ejemplo.

Al igual que con las frutas y verduras, te recomendamos usar el gel extraído del aloe vera en su forma ‘fresca’. Sin embargo, incluso la cantidad extraída de una sola hoja suele ser demasiado grande para su consumo inmediato, por lo que será necesario guardar y conservar el aloe vera sobrante.

Extracción del gel de aloe vera

Las hojas de un aloe vera sano pueden cosecharse regularmente sin dañar la planta. Son las hojas más grandes y externas las que se utilizan para este fin.

La cosecha se realiza de la siguiente manera:

  1. Corta la hoja de sábila con un cuchillo afilado lo más cerca posible de la base
  2. Coloca la hoja en posición vertical y deja que el jugo amarillo, de sabor amargo, se escurra completamente y luego corta la hoja en trozos más pequeños
  3. Corta los trozos más pequeños de la hoja por la mitad a lo largo
  4. Raspa el gel con una cuchara y ¡listo!

Almacenamiento del gel de aloe vera

En la práctica, tanto las hojas como el gel de la sábila pueden congelarse sin que se pierdan sus principios activos. Los trozos de hoja congelados se sacan individualmente y se utilizan inmediatamente o se descongelan. Otra maravilla de congelar el gel de aloe es que se vuelve agradable al contacto con la piel, especialmente en caso de quemaduras solares o comezón.

Una forma muy práctica de guardar el gel extraído es en forma de cubitos de hielo, si es necesario añadiendo unas gotas de ácido cítrico para su mejor conservación.

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Aunque la sábila sea amante del calor, también puede cultivarse en climas templados y como planta de interior. Esto es una maravilla porque también se puede extraer el gel en plantas de sábila de interior.

Texto: Cin