Propagación generativa o vegetativa
El Aloe vera o también llamada ‘sábila’ puede propagarse de dos formas:
- Generativa (por semillas)
- Vegetativa (por esquejes)
Las semillas puedes encontrarlas en el mercado durante todo el año. Sin embargo, se recomienda la siembra en temporadas de calor por las condiciones de luz. La propagación de semillas requiere de más paciencia, es ideal para un amante de plantas suculentas que quiere ver cómo la plántula se desarrolla.
No es menos emocionante observar cómo se desarrolla una nueva planta a partir de un trozo de hoja de aloe vera. Esto ocurre cuando un trozo de hoja plantado en el suelo forma raíces bajo tierra y nuevas hojas sobre el suelo. Este método de propagación de sábila es fácil para todos.
Propagación por esquejes
Si observas alguna planta de Aloe Vera, habrás notado que produce nuevos brotes en el tallo. Una planta madre puede producirlas a partir de los tres años. Lo único que hay que hacer es cortar con cuidado la plántula y trasplantarla a su propia maceta para que siga creciendo. Antes de plantar, deja que la superficie cortada del retoño se seque al aire libre para evitar el moho.
Datos curiosos
Cortar las hojas externas de la sábila y los pequeños brotes laterales también sirve para mantener la planta en forma.
Otra forma fácil de propagar Aloe vera es tomar esquejes de las hojas de la planta madre, de los cuales se podrán cultivar nuevas plantas.
Para ello, sigue estos pasos:
- Corta una de las hojas externas
- Esa hoja córtala en varios trozos y deja que las superficies cortadas se sequen al aire durante unos días
- Pon los esquejes en una mezcla de tierra y arena fina (arena de cuarzo si es necesario) y mantén la tierra uniformemente húmeda
- Coloca la planta en un lugar luminoso y cálido, pero protegido del sol
Cuidado en plantas jóvenes de aloe vera
- Para evitar la aparición de hongos, las plantas jóvenes no deben ser regadas desde arriba.
- Hasta que los esquejes no hayan formado completamente sus raíces, no tolerarán demasiada luz.
- Las plantas pequeñas pueden almacenar poca agua al principio, por lo que hay que regar moderadamente.
- El peligro de que las suculentas se sequen es menor que el de que se pudran por un exceso de agua.
