¿Cuáles son los cuidados del cactus viejito?

Originario de México, el cactus viejito (Cephalocereus senilis) es un cactus de porte columnar que posee espinas de gran tamaño y flexibilidad que le hacen lucir como si estuviera lleno de pelos con canas. En éste artículo te contamos todos los cuidados que necesita el cactus viejito si lo plantas en tu hogar.

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Al regar el cactus viejito no hay que mojar su tallo ni sus espinas

¿Cómo cuidar un cactus viejito?

Necesita sustratos muy permeables, puedes plantarlo en una mezcla de mantillo de hojas y arena con perlita. Riega solo cuando el suelo se haya secado por completo y nunca mojes el tallo ni sus “pelos blancos”. Déjale descansar en invierno.

  • Temperatura: 20- 30°C.
  • Luminosidad: Sol directo
  • Tipo de suelo: Muy permeable
  • Riego: Poco
  • Abono: Una vez al mes
  • Maceta: Buen tamaño y drenaje
  • Humedad ambiental: Baja
  • Reproducción: Por esqueje o semillas

¿Dónde plantar un cactus viejito?

Necesitan un espacio con buena exposición solar para florecer en época de primavera y verano. Colócalo en una terraza o balcón, donde puedas también resguardarlo del frío en invierno ya que no toleran temperaturas menores a 8°C.

¿Qué tipo de suelo necesita el cactus viejito?

Le vienen bien las mezclas de sustrato para cactus y suculentas, las cuales son muy permeables y permiten el correcto paso del agua. Si se utiliza un suelo más compacto, el agua estancada puede fácilmente pudrir la base del tallo.

¿Cómo regar un cactus viejito?

Sigue estos consejos:

  • Usa agua de lluvia o potable para evitar el exceso de cal.
  • Riega solo cuando el suelo esté completamente seco.
  • No mojes el tallo o espinas del cactus viejito.
  • En invierno puedes dejar de regarle hasta que pase el frío.
  • El abono no es necesario pero puedes añadir un poco con el agua de riego en primavera (una vez al mes).

¿Cómo trasplantar un cactus viejo?

Para el trasplante necesitas guantes especiales, un cuchillo bien desinfectado con alcohol y una maceta de mayor tamaño con sustrato arenoso. Simplemente afloja la tierra alrededor, desprende el cactus con cuidado y sumérgelo un par de centímetros en la nueva maceta. Este proceso suele llevarse a cabo en primavera para que el frío no dañe las raíces.

Texto: Moni